El presidente de la Federación Andaluza de Libreros (FAL), Juan Manuel Cruz, criticó "la ruptura unilateral" del convenio firmado entre la Junta de Andalucía y el Sector del Libro, mediante la cual, la Administración no llevará a cabo la renovación de los libros de primero y tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), lo que supondrá unos 40 millones de euros de pérdidas en ventas en la región.

No obstante, a esta cantidad habría que sumarle los avales bancarios adquiridos ya por libreros y distribuidores, así como los gastos de los libros ya editados, proceso que, según anotó, se llevó a cabo debido a las "sucesivas" confirmaciones por parte de la Consejería del cumplimiento "total" de dicho acuerdo. El material ya elaborado sería del 40 por ciento del pedido total que es de dos millones de ejemplares, según los datos que ofreció pertenecientes a la Asociación Nacional de Editores de libros y material de Enseñanza (Anele).

Según explicó, en 2008, el acuerdo firmado entre Junta y libreros garantizaba la renovación de los libros de cuatro cursos cada año, incluidos los de primero y segundo de Primaria, que se cambian cada año al tratarse de material fungible. De esta forma, se garantiza "una venta más reducida pero estable, imprescindible para el funcionamiento de nuestras empresas", defendió. No obstante, indicó que esto ya suponía "una reducción de nuestros márgenes".

Sin embargo, la Administración regional anunció el pasado 15 de mayo, cinco días más tarde de la última reunión celebrada con Educación, en la que se seguía manteniendo el convenio acordado por ambas parte; que no se llevaría a cabo la renovación de los libros de primero y tercero de secundaria con motivo de la reducción de presupuesto.

El problema radica en que si la Junta, único prescriptor y comprador de los libros, elimina la compra de este material, el sector de las librerías no tiene ninguna posibilidad de vender a nadie más, con lo que la reducción presupuestaria aplicada a otros capítulos, en el caso de los libreros se convierte directamente en "eliminación", según indicó en rueda de prensa, a la que asistió junto a Juan Pablo Gordillo, presidente de la Asociación Provincial de Librerías de Málaga, y Jesús Otaola, miembro de la Junta Directiva de esta asociación.

Pérdidas de empleo

Cruz matizó que "la no renovación" también conllevará pérdidas de empleo en el sector librero andaluz, el cual registra unos 15.000 puestos de trabajo entre empleados asalariados y autónomos. Además, aseguró que también genera "falta de confianza" entre el sector, el cual contabiliza unas 2.000 librerías en la Comunidad autónoma, ya que, si "se incumple" el presupuesto aprobado este año para la compra de este material, "no tenemos ninguna garantía de que el año que viene no pueda ocurrir otra cosa incluso peor".

En este sentido, también se mostraron preocupados por cómo se vayan a realizar los pagos correspondientes a los libros de primero y segundo de Primaria, que sí se renovarán como cada año. Por todo ello, desde la FAL consideraron que el modelo de gratuidad a través del sistema de préstamo de libros adquiridos únicamente por la Administración educativa "no es un modelo sostenible", por lo que reivindicaron un cambio de sistema.

De igual modo, manifestó que los recortes que se pudiesen dar en otros sectores relacionados con la educación, como comedores o transporte escolar, "no pueden ser comparados" con el que se produce en el sector de las librerías, ya que en los otros casos, "los centros y las familias pueden optar por pagar ellos mismos dichas diferencias o buscar otras financiaciones para conseguir el necesario servicio".

Desde la Federación Andaluza de Librerías adelantaron que la próxima semana el sector celebrarán una reunión "de urgencia" para unificar criterios y debatir sobre las medidas de protestas que tomarán, entre las que no descartan también las judiciales.