El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, descartó hoy en Gijón que tenga intención de presentarse en estos momentos a la Presidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en sustitución de Gerardo Díaz Ferrán y aseguró que lo que toca ahora no es buscar sucesor sino abordar la reforma laboral. Vigón dio por supuesto que con la reforma "se van a rebajar derechos" y se preguntó si lo que quieren algunos es aumentarlos.

"Es una pura ilusión —aumentar derechos—, claro que va a implicar una rebaja de derechos, dijo sobre la reforma laboral en respuesta a los periodistas antes de participar en la inauguración del II Foro del Sector Metal Asturias en el recinto ferial. También reconoció que la situación para sacar adelante la reforma laboral no es nada fácil y consideró conveniente la fecha límite dada por el Gobierno, que es la que también habían manifestado los empresarios como idónea.

A su juicio, existen bastantes diferencias entre la patronal y los sindicatos. Más en detalle, indicó que el contrato de 33 días de indemnización por despido, por ejemplo, ya existía pero añadió que "tenía unas trabas que le impedían funcionar". Según él, se basa en que se rebajen esas trabas.

También apuntó a la rebaja del absentismo y la necesidad de que haya medidas disuasorias como que de los cuatro a los 15 días de baja del trabajador no tengan que ser a cargo de los empresarios para ver, según él, si la Seguridad Social "se espabila y cuando cueste a todos a ver si nos tomamos en serio realmente estas medidas", argumentó.

Además, hizo mención a las causas objetivas de despido. Vigón enfatizó que "no es comprensible que el 90 por ciento de los despidos disciplinarios de este país sean declarados improcedentes". "Algo hay mal", resaltó antes de agregar que ya no lo dicen sólo los empresarios, sino que ahora lo dice hasta el propio Gobierno.

El presidente de la patronal asturiana defendió que hay que hacer una reforma laboral porque se necesita. De hecho, recordó que la última rebaja de calificación a España fue por no haber solucionado el tema financiero y el de la reforma laboral.

Sobre si el país está preparado para soportar un conflicto social en estos momentos, indicó que España ya está soportando muchas cosas. No obstante, puntualizó que aquí para lo que se está es "para trabajar y para ser cada vez más competitivos". "Como continuemos de esta manera nos hundiremos más".

A este respecto, apuntó que se lleva mucho tiempo negociando e incidió en que desde entonces ha cambiado mucho la situación. El presidente de FADE indicó que le parece curioso que en julio de 2009 el Gobierno rompiera las relaciones a tres bandas y ahora tengan que venir los de fuera a decirnos lo que algunos ya pronosticaron -los empresarios— sobre lo que había que hacer. "Entonces había líneas rojas, ahora parece que las líneas rojas desaparecieron", remarcó.

En cuanto a la sucesión en la CEOE, insistió en que tiene su presidente y que no están convocadas elecciones. Asimismo, aseguró que con él nadie habló del tema y señaló que la noticia vino "vía rumor de Madrid". "Es todo lo que sé", afirmó.