El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, afirmó hoy ante el Pleno del Parlamento que el presidente del PP-A, Javier Arenas, entró hace varios años en la administración "a dedo" y que en su etapa como ministro en el Gobierno de José María Aznar se alojó en viviendas oficiales y llegó a cobrar cesantías cuando dejó de estar al frente de ministerios.

Griñán y Arenas protagonizaron en la Cámara un rifi-rafe a cuenta de la situación económica y las medidas de ajuste y recorte. El presidente cerró el debate preguntando a Arenas qué oposiciones aprobó para entrar en la administración para afirmar acto seguido que no tuvo que realizar ninguna porque entró "a dedo".

Fuentes del Ejecutivo andaluz explicaron a Europa Press que el presidente de la Junta se refirió con esa afirmación al hecho de que Arenas se incorporó en su día como personal laboral del Ministerio de Cultura cuando su titular era Soledad Becerril y que, cuando se transfirieron las competencias en la materia a la comunidad, el actual presidente del PP-A figuraba como personal funcionario de la administración. "No puede decir que contratamos a dedo, cuando usted entró en la administración a dedo", espetó Griñán a Arenas.

Previamente, el presidente del PP-A advirtió al jefe del Ejecutivo de que ya no puede mantener la "tamaña falsedad" de que se está produciendo un cambio de tendencia y que lo peor de la crisis había pasado. "Usted cada día está más alejado de la realidad y su divorcio de la sociedad es absoluto", dijo Arenas a Griñán, al tiempo que le preguntó realmente cree que no tiene la culpa de nada de lo que está pasando cuando ha "incumplido" además todos sus compromisos.

"Su empanada mental es extraordinaria, entiéndalo en términos políticos", señaló el presidente del PP-A sobre Griñán, al que también recordó que mientras él está todo el día en la calle y en los pueblos hablando con muchas personas y conociendo como le afecta la crisis, "usted está en los grandes análisis económico financieros, instalado en la macroeconómia de los grandes analistas".

Acto seguido, el presidente dijo que él tiene la "misma preocupación" que Arenas por la situación económica, que es preocupante y tiene aspectos muy negativos, si bien ve las cosas en su integridad, atendiendo a sus causas. "Veo la realidad en su integridad y usted no, la ve con antiojeras", dijo el jefe del Ejecutivo a Arenas. Agregó además que mientras él ve la situación económica con preocupación ocupándose de tomar medidas, los populares la ven "con regocijo" y están dedicados a criticar porque prefieren la "catástrofe porque piensan que pueden obtener réditos electorales".

"Le pido que vea la realidad en su integridad y eche una mano", pidió Griñán a Arenas.

Sin embargo, el presidente del PP-A insistió en que Griñán está "completamente ajeno a la realidad" y le pidió que termine de una vez "con los bandazos". "Cambie derroche por austeridad; gasto corriente por inversión y soberbia por humildad y deje de ser el hombre de hielo y deje de congelar las esperanzas de los más débiles", le demandó.

En su segundo turno, el presidente empezó diciendo a Arenas que es normal que no lo vea por Andalucía porque él no va ni por Marbella (Málaga) ni por Roquetas de Mar (Almería), que es por donde, a su juicio, se "entera de lo que pasa" el presidente del PP-A.

Para el presidente, el PP tiene como objetivo "desprestigiar" la política, con lo que hacen un flaco servicio a la democracia, y pidió a Arenas que durante sus intervenciones en la Cámara tenga respeto por las "reglas del juego".

Reprochó al dirigente popular que critique las cesantías en la Junta, los coches oficiales o las indemnizaciones por vivienda a altos cargos, cuando él sí cobró cesantías como ex ministro, ocupó viviendas oficiales en Madrid y se desplazaba en coche y no en bicicleta, además de hacer referencia al hecho de que entró "a dedo" en la administración. "Deje de ensuciar el terreno, porque ensuciando el terreno, ni usted gana ni gana la democracia", pidió Griñán a Arenas.