Esta nueva figura que se pone en marcha en Sestao tiene como objetivo, por una parte, "crear empleo en el municipio y aliviar la situación de muchas familias a causa del paro", y, por otra, "hacer una auditoría social de Sestao", afirmó el alcalde, José Luis Marcos Merino.

Estos 14 agentes se dividirán el pueblo en siete barrios y trabajarán en jornada de mañana y tarde. Tres personas más, un abogado, un asistente social y un administrativo, estarán en oficina para gestionar la información.

El alcalde explicó que su trabajo tiene una triple misión. Así, su presencia en la calle debe ser "disuasoria, de manera que se puedan evitar determinados conflictos". Además, deben recoger información de la vida social del municipio y, finalmente, "deben ayudar a corregir situaciones irregulares".

Marcos Merino destacó que se pone en marcha "un sistema novedoso de mediación y conciliación social al que se someterán de manera voluntaria las personas o comunidades". El objetivo, insistió, es "tratar de no judicializar los problemas de convivencia que podamos resolver con la buena voluntad de las partes".

Se trata, remarcó, de una experiencia piloto "que ayudará a difundir la ordenanza de convivencia que acaba de entrar en vigor" y con la que "podremos conocer desde el absentismo escolar hasta situaciones de consumo de drogas o botellón de grupos de jóvenes o conflictos entre comunidades de vecinos".

Los agentes de convivencia, que no irán uniformados, pero sí con una tarjeta de identificación, trasladarán los datos que recojan en la calle para que sea la mesa creada al efecto, con el abogado y el asistente social, la que decida los pasos a dar, que pasarán normalmente por reunir a las partes para tratar de mediar en el conflicto y llegar a un acuerdo amistoso. El programa, de seis meses de duración, forma parte del Plan +Euskadi 2009 del Gobierno vasco.