En un comunicado divulgado desde su sede en Londres, la organización pro derechos humanos aseguró además que esos aviones han practicado "50 aterrizajes en el aeropuerto irlandés de Shannon".

AI hizo esa denuncia

tras haber tenido acceso a las relaciones de vuelos de seis aparatos fletados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU entre septiembre de 2001 y septiembre de 2005. Según la Administración Federal de Aviación de EEUU, durante ese periodo "esos aviones aterrizaron en 50 ocasiones en el aeródromo de Shannon y despegaron en 35 ocasiones, lo que sugiere que algunos de esos vuelos fueron mantenidos en secreto", aseguró AI.

Aunque ese aeropuerto irlandés es utilizado como parada de abastecimiento por el Ejército estadounidense, "ninguno de esos aviones era de transporte militar", prosigue el comunicado de Amnistía.

El director de Programas Regionales de Amnistía, Claudio Cordone, indicó que "trasladar a detenidos a países donde pueden sufrir tortura y otro tipo de maltrato es un incumplimiento directo e indiscutible del derecho internacional, con o sin las llamadas 'garantías diplomáticas'".

Según AI, entre los seis aviones figura un Boeing 737-7ET, con matrícula N313P y el de mayor tamaño de todos ellos. La aeronave, con 32 asientos, "es propiedad de Premier Executive Transport Services, una compañía tapadera de la CIA", asegura la organización, que añade que ese avión ha sido visto frecuentemente en bases militares estadounidenses en el extranjero, entre ellas las de Afganistán.

Otro de los aviones es un Gulfstream V, con matrícula N379P y que ha hecho más de 50 viajes al centro de detención en la base militar estadounidense de Guantánamo (Cuba), según Amnistía, que indicó que es

La denuncia se produce horas después de que la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, asegurase, antes de partir en una gira europea, que "Estados Unidos no utiliza el espacio aéreo o los aeropuertos de ningún país con el propósito de transportar a un detenido, si creemos que éste será torturado".

Rice aseguró además que EEUU

"no transporta ni ha transportado" a detenidos para interrogarlos mediante torturas, y que su país ha respetado "plenamente" la soberanía de otras naciones que cooperan con EEUU en la lucha contra el terrorismo.