El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, ratificó hoy la postura contraria de su formación a las medidas anunciadas por el Gobierno central para combatir la crisis económica, puesto que éstas deberían pasar por "meter en cintura a los mercados financieros", frente a lo que existe una "obsesión por el déficit". En este escenario, comparó al jefe del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, y al líder de la oposición, Mariano Rajoy, con "dos doctores que se disputan ser jefes de servicio del hospital", pero que "comparten tratamiento".

A juicio del líder nacionalista, el "grave enfermo está siendo sometido a un tratamiento incorrecto que lo único que hará será agravar su enfermedad y ponerlo en riesgo de fallecer". "El doctor Zapatero y el doctor Rajoy son los jefes de servicio que comparten el tratamiento que hay que darle a este enfermo, simplemente se disputan quién es el doctor, sin que el enfermo importe nada", diagnosticó el portavoz nacional del Bloque.

En este escenario, Guillerme Vázquez subrayó la necesidad de "poner claras las reglas" a los mercados financieros, de manera que —apostó— hay que "poner control sobre los mercados y no dejarlos que sigan por la misma vía", lo cual —auguró— "incubará la siguiente crisis". Con ello, se refirió a que el modelo especulativo derivado de un mercado desregularizado que precisa "meter en cintura a los mercados financieros".

"Es evidente que el Gobierno central insiste en que para corregir esta crisis hay que disminuir el déficit a través de medidas que van a cargar la economía de los trabajadores, los derechos salariales y disminuir el gasto productivo", constató el líder nacionalista, quien mostró su "oposición frontal" a las medidas programadas por el Ejecutivo central.

Paralelamente, criticó, siguiendo el símil médico, que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "se haya pedido la baja, los días moscosos, y simplemente no esté para buscar la solución" a la crisis económica.PROPUESTAS

Frente a ello, el BNG defiende la necesidad de "cambiar el modelo económico", es decir, "caminar hacia un modelo de economía productiva frente al especulativo". Así, hay que "ir a un cambio profundo y radical del modelo fiscal actual", porque —aseveró— "no basta con decir circunstancialmente que va a aplicar ciertos impuestos transitorios mientras que —denunció—aplica el grueso de la recaudación a los que menos tienen".

De esta manera, Guillerme Vázquez abogó por que "paguen más los que más tienen" y avisó de que la disminución del gasto "no se puede hacer por la vía del gasto social y productivo". "Llama la atención que el gasto nunca se refiera a la disminución del gasto militar", exhortó durante su intervención, en la que acusó de que esta inversión va "claramente a satisfacer al señor Obama pero no preocupa a la población".

Además, insistió en medidas de ahorro como "suprimir las diputaciones provinciales", una propuesta que el BNG defenderá en el próximo pleno del Parlamento a través de una proposición de ley que, si sale adelante, deberá ser elevada a las Cortes Generales del Estado.

Asimismo, añadió Vázquez, "se pueden eliminar ministerios" cuyas competencias residen en las comunidades autónomas —Cultura o Sanidad— y "suprimir las cumbres de la Unión Europea que no traen ningún beneficio".

Reformas laborales

Guillerme Vázquez también rechazó una reforma laboral dados los antecedentes. "En democracia se realizaron seis reformas laborales que quitaron los derechos a los trabajadores, nunca fueron la solución para nada", advirtió.

Al hilo de esta cuestión, recalcó que los recortes salariales a los funcionarios y la congelación de las pensiones "tendrán una consecuencia mayor en un país (Galicia) en que ya son los más bajos que la medida del Estado", al tiempo que aseguró que "ralentizar o paralizar las infraestructuras que ya deberían estar en pie, tampoco contribuirá al despegue económico del país".

En este sentido, Vázquez recordó que el BNG, desde el principio, criticó el Pacto do Obradoiro rubricado por el presidente de la Xunta y el ministro de Fomento, José Blanco, el cual calificó de "fraude", porque constituye una "propuesta diluida y difusa sin compromisos concretos".