El Ayuntamiento de Santiago pide que Tragsa recoja desde el sábado la basura que no retiren los servicios mínimos

Bugallo estima que hay 650 toneladas de desperdicios en las calles y exige a sindicatos que "desenmascaren" a los que queman contenedores

El Ayuntamiento de Santiago solicitó hoy a la Delegación del Gobierno en Galicia que la empresa pública Tragsa intervenga a partir del sábado para recoger la basura acumulada que no retiren los servicios mínimos mientras se prolongue la huelga de los trabajadores de la concesionaria Urbaser, que cumple once días.

Así lo anunció hoy en rueda de prensa el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, quien explicó que remitió esta mañana un escrito a la Delegación del Gobierno y espera que mañana "se puedan formalizar los acuerdos necesarios" para que el sábado Tragsa se pueda poner a trabajar.

Al respecto, Bugallo aclaró que los trabajadores "no podrán decir que se rompe el derecho a la huelga porque la factura la tendrá que pagar la empresa" concesionaria del servicio en Santiago. Justificó esta decisión en la preservación de la salud pública que, según insistió, no puede depender "de la presión de un colectivo".

Con respecto a la salud pública, el alcalde comentó que se ha solicitado un informe al departamento de Saúde Pública "para que diga cómo son las condiciones en Santiago".

También informó de que se ha convocado para hoy una Junta de Gobierno Local extraordinaria con el fin de solicitar que faculte al regidor local para realizar contactos "para intervenir en este tema". No obstante, recalcó que el Ayuntamiento "lleva tomando medidas desde el primer día" con los servicios mínimos.

Además, aclaró que la previsión es que Tragsa trabaje desde el sábado en la recogida de basura acumulada, que cifró a día de hoy en unas 650 toneladas, y "hasta que sea necesario" y "se alcancen los objetivos". Según apuntó, cada día de huelga se depositan en la calle unos 120.000 kilos de desperdicios, de los cuales unos 50.000 los retiran los servicios mínimos, por lo que estimó que la empresa pública recogerá las 70.000 restantes mientras dure la protesta.MEDIACIÓN

Asimismo, Bugallo agradeció a los ciudadanos de Santiago su "extraordinaria paciencia" por "entender porqué el gobierno municipal actúa como lo hace". Así, consideró que la huelga estaba "perfectamente planificada" para coincidir con la celebración de las fiestas de las Ascensión en la capital gallega porque "tienen una gran capacidad de presión". "El servicio de limpieza es una expresión clara de esa regla", apostilló.

De este modo, recordó que se trata de la huelga número cuatro en 20 años de los trabajadores del servicio de basura e incidió en que la protesta "va contra los ciudadanos", por lo que criticó la presión que "se ejerce usando a los ciudadanos como rehenes", por lo que dijo que "es necesario tener cierta paciencia y capacidad de aguante".

Preguntado sobre si el Ayuntamiento mediará en el conflicto, Bugallo subrayó que "no hace falta mediar" porque "tienen que ponerse de acuerdo" la empresa y los trabajadores. "No piden que mediemos, sino que paguemos. Eso no lo vamos a hacer", sostuvo.

En relación al nuevo decreto de servicios mínimos, el alcalde explicó que fija que trabaje el 50% de la plantilla y se exige a la empresa que desde las 00.00 horas del sábado se retiren 480 toneladas de basura de la vía pública porque lo acumulado en las calles debe ser inferior a cuatro días con el fin de garantizar la salud publica.

Quema contenedores

Finalmente, Bugallo expresó la condena "absoluta" y reclamó a los sindicatos que "deben oponerse y exigir que terminen los incendios de contenedores". "No llega con lamentar, es necesario condenar", reivindicó.

En relación con la afirmación ayer del comité de empresa, que se desvinculó y dijo desconocer quien está detrás de los incidentes, el regidor compostelano solicitó que "condenen sin paliativos" los hechos y "desenmascaren" a quien los protagonizan. "Ellos saben y yo sé", afirmó.

También tachó de "ridículo y falso" la denuncia realizada por el líder de la oposición local, el popular Gerardo Conde Roa, quien vinculó el conflicto con una deuda del Ayuntamiento con el servicio de limpieza y recogida de basura. "Carece de base para su afirmación", aseveró el alcalde.

Con todo, Bugallo dijo que confía en que de la reunión convocada mañana entre Urbaser y los trabajadores en el Consello Galego de Relacións Laborais "pueda salir algo positivo". "La empresa no nos importa, sí los trabajadores, que son vecinos", sentenció y concluyó que el límite del gobierno local para cualquier acuerdo "es que sea la empresa quien pague" y no aceptará que repercuta sobre las tarifas de los contribuyentes ni en la calidad del servicio que reciben.

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