El escorpión marino, ya extinto y relacionado lejanamente con sus pequeños primos actuales, tiene dos patas como pinzas, un grueso exoesqueleto y una poderosa cola culminada por un largo y plano agijón que no era venenoso.
"Seguro que tenía un aspecto terrorífico", dice Martin Whyte el geólogo que ha descubierto el fósil. El escorpión gigante se alimentaba pulgas de agua.
La huella que han descubierto es fruto de un torpe intento de salir del agua y caminar por la orilla. Si podían hacerlo cono normalidad o no, es algo que los científicos todavía siguen debatiendo, según publica Nature.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios