Fernando Fernández urge a redefinir las políticas de competitivas, educación y empleo apostando por innovación

El economista afirma que "parece que el Gobierno ha visto la luz y ahora falta que otras instituciones y sindicatos actúen"

"El mundo ha cambiado. España quiere volver a ser próspera. Y parece que el Gobierno ha visto la luz. Ahora, falta que otras instituciones, como las administraciones autonómicas y municipales o los sindicatos actúen en consecuencia", ha señalado en la ponencia de clausura el conocido economista, Fernando Fernández Méndez de Andes.

En su opinión, "el presidente del Gobierno ha hecho lo más fácil: reducir aquellas cuentas de gasto que dependen directamente de él. Pero esa es una parte muy pequeña para el ajuste que hace falta. Hay una parte de las administraciones públicas sobre las que tiene un control marginal y que entren en la misma línea va a exigir consensos".

"O arreglamos institucionalmente este tema o tendremos un problema más serio todavía. Y tenemos un inconveniente: que esto nos ocurre en vísperas de un año electoral en autonomías y ayuntamientos".

Fernando Fernández afirmó que "esta crisis es mucho más profunda y global de lo que pensábamos, pero la crisis española es consecuencia sólo en parte de la internacional. Hay brotes verdes en la economía internacional pero muy pocos en la economía española. Es más, tenemos un riesgo de estancamiento si no hacemos las cosas bien, porque mientras la economía española no crezca a un ritmo del 2,5 por ciento, no va a crear empleo".

En su análisis de la crisis, el economista habló de tres factores fundamentales: "Por un lado, los ciclos económicos existen y lo habíamos olvidado; por otra parte, esta crisis -como todas- ha venido precedida de una alegría innecesaria en el crédito que llegó a crecer por encima del 20 por ciento en este país. Y, en tercer lugar, y esto ha sido lo más grave, la respuesta internacional a esta situación ha sido la barra libre para todo."

Fernández Méndez de Andes ha vaticinado que "el proceso de ajuste no ha terminado; hay que devolver la deuda. Y, si hay menos créditos, habrá menos crecimiento y menos empleo".

Además, ha animado a tener en cuenta el desplazamiento, que apuntaba en los últimos años y se va a hacer más patente en los próximos, en los motores del crecimiento del PIB mundial: "el peso de las economías occidentales va a disminuir considerablemente en los próximos 10 años, mientras que crecerán las economías emergentes, como China, Japón y los países productores de petróleo.

Entre las fórmulas de futuro planteadas, señaló que "hay que hacer una auténtica política de competitividad: hemos constituido un estado de bienestar que no es sostenible; o evolucionamos hacia un sistema de copago, o llegará un momento en el que tendremos que elegir entre bajar la calidad o eliminar servicios".

"Hay que acabar con los debates absurdos y los tabús de sanidad y educación pública o privada; lo que importa es que el servicio prestado sea de calidad y no quién lo preste." También se refirió al sistema educativo "que no corresponde a las necesidades que tenemos y en el cual tenemos la asignatura pendiente de la calidad, como indican todos los estudios".

Finalmente, Fernando Fernández planteó la necesidad de abordar una reforma laboral de alcance: "Tenemos el sistema de empleo más injusto e ineficiente de la Unión Europea. Ya no era eficiente cuando, tras los 15 mejores años de crecimiento en este país, seguíamos teniendo con un 8 por ciento la tasa de paro más alta de Europa y lo es menos ahora".

"Es absurdo que quienes entramos al mercado laboral hace unos años tengamos todo tipo de privilegios y seguridades y quienes han accedido en los últimos años no puedan optar a nada de esto, de la misma forma que es contraproducente el sacrosanto derecho adquirido de 45 días por año trabajado".

Las empresas jugarán un papel fundamental en la salida de la crisis y, respecto a ellas, el ponente aseguró que "tendrán que reflexionar sobre la cadena de valor y controlar costes; además, tendrán que poner más atención a la gestión de cobros, que ha resultado ser más importante que vender.

Tres estrategias de referencia

Por lo demás, apostó por las tres estrategias de referencia en cuanto a competitividad: "hay que seguir siendo innovador, entendido como el planteamiento constante de pensar cómo hacemos mejor nuestros productos y servicios; hay que apostar por la internacionalización: si el mundo ha cambiado y se está desplazando el foco económico a países emergentes, o nos vamos a buscar a esos clientes o nos quedamos sin gente a la que venderle. Y por último, hay que cuidar el talento, y no entendido sólo como conocimiento".

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