Fumar porros provoca la apertura de siete de cada diez expedientes. De hecho, las  drogas más habituales son el hachís y la marihuana, aunque en los últimos años está aumentando la cocaína y las anfetaminas, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno.

Programas terapéuticos

Los infractores son casi siempre jóvenes e incluso hay menores de edad. La cuantía de la sanción depende de la cantidad de droga y de si el infractor es reincidente.

La multa se anula si el infractor accede a someterse a un programa de deshabituación. Esta vía, que toman el 15% de los expedientados, la eligen muchos menores. Así lo indica Miguel Ausejo, del Centro de Solidaridad de Zaragoza, quien señala que la mayoría de los asistentes «no tienen la sensación de haber hecho nada malo».

Entre los infractores hay chicos de 14 y 15 años a los que pillaron en la calle fumando porros . «A algunos de ellos, sus familias les obligan a someterse al programa para que les quiten la sanción», indica Ausejo.

Los centros que dan cursos informan a la Delegación del Gobierno. Si el infractor no asiste a las charlas, debe pagar la multa.