Durante la sesión plenaria, se aprobó, con los votos de la mayoría socialista y la abstención del PP, una resolución de la Comisión de Ordenación del Territorio y Vivienda sobre el II Plan Director de Depuración de Aguas Residuales Urbanas de Castilla-La Mancha, que valora positivamente la participación y el apoyo unánime de todos los sectores que en materia de agua y medio ambiente han participado en la elaboración del II Plan Director.

La resolución insta a la Junta a fomentar nuevos convenios con las entidades locales para que, tanto técnica como financieramente, puedan no sólo acometer la construcción de un sistema de depuración adecuado a sus necesidades, sino también para que puedan hacerse cargo de la explotación y el mantenimiento de las instalaciones.

Además pide al Ejecutivo colaborar de manera especial con los municipios de menor tamaño, para que con el menor esfuerzo posible puedan cumplir con los parámetros que les exige la normativa vigente en materia de tratamiento de aguas residuales urbanas, respondiendo así al compromiso de garantizar un crecimiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente de todos los municipios, también de los más pequeños.

Entre otras cuestiones, se insta a apoyar a los municipios en la renovación de sus redes municipales de saneamiento, renovando las líneas de subvención o ayudas establecidas con ellos para este fin, e impulsar entre las entidades locales el desarrollo de ordenanzas que regulen los vertidos industriales conectados a la red municipal de colectores.

Durante el debate de este punto, el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, subrayó que "uno de los grandes valores" del II Plan Director "es que se ha elaborado desde la participación, el diálogo y la colaboración con todos los organismos, colectivos e instituciones vinculados con el agua".

El consejero, tras lamentar que en un asunto como el del agua, no se pueda contar con el PP, calculó que la inversión prevista en el Plan "podrá generar 25.300 puestos de trabajo durante el proceso de construcción y la explotación de las depuradoras ocupará a unas 2.000 personas".

"Si somos exigentes con el agua es porque en primer lugar somos exigentes con nosotros mismos. Si criticamos el uso del agua que se hace en otros territorios, la mayor exigencia nos la tenemos que aplicar a nosotros mismos", concluyó el titular de Ordenación del Territorio y Vivienda.