Así lo dejó entrever ayer la alcaldesa, Rita Barberá. La parcela que todavía es propiedad del Ayuntamiento y donde se ubicará el nuevo campo, en la avenida de las Cortes Valencianas, es una zona deportiva «y la ciudad no va a perder esos metros».

La primera edil se refería con ello a la posibilidad de intercambiar este solar por otros que pertenezcan al club, que también sean de uso deportivo y que, en total, midan los mismo que la parcela donde se hará el nuevo estadio (70.000 m2).

Esta decisión deja en el más absoluto de los olvidos el convenio firmado por el Ayuntamiento, el Consell y el club, que establecía que el suelo continuaría siendo del Consistorio mientras que la propiedad del campo correspondería a las tres instituciones.

Además, el Ayuntamiento recalificó el Mestalla para poder derruirlo y construir viviendas en su lugar. El Valencia, con esta operación, espera ganar unos 500 millones de euros.

Nueve proyectos y un destino

El Valencia ya tiene sobre la mesa nueve proyectos de estadio de fútbol aunque sólo uno se hará realidad en el solar de Cortes Valencianas. Sin embargo, sea cual sea la decisión adoptada por el club, el campo tendrá un aforo de entre 72.000 y 75.000 espectadores, estará cubierto, tendrá una pista de atletismo supletoria y un parking subterráneo que no bajará de las 5.000 plazas. Si se cumplen los plazos previstos y fructifica la negociación con el Ayuntamiento, el estadio estará listo a finales de 2009.