El ministerio fiscal ha pedido un año más de prisión —es decir, 31— para Rubén, el joven acusado de atropellar mortalmente a otro en la discoteca Pirámide de Castellón, y ha calificado su versión como "simplista y falsa". Retiró la indemnización que solicitaba para los padres de la víctima porque el consorcio ya les ha pagado, mantuvo la indemnización de 30.000 euros para los hermanos de la víctima, y descartó la posibilidad de privar de conducción al acusado.

Por su parte, la defensa siguió manteniendo que Rubén es inocente pero formuló conclusiones alternativas en las que solicitó que se le considerase como responsable de un delito de homicidio imprudente por el que pide dos años y privación de conducir, un delito de lesión imprudente que serían cuatro meses, una falta de lesiones que comportaría una multa de un mes a seis euros el día y dos delitos de hurto con ocho meses de multa a seis euros el día cada uno. Pidió que no se considere un delito de robo ni robo con violencia.

En las conclusiones, el fiscal aseguró que "la versión del acusado es simplista y además es falsa" porque "sus propios amigos dijeron que días después, él les dijo que era el autor de los robos y atropellos". Además, añadió que el propietario del primer coche robado lo identificó en la rueda de reconocimiento y ayer en el juicio. Creyó que hay 'absoluta falta de acreditación de que tuviera afectadas sus capacidades volitivas", como aseguró la defensa al indicar que tomó drogas.

Sin embargo, la defensa concluyó asegurando que "ni siquiera se sabe dónde se cogió el coche y dónde se produjo el accidente", y aseguró que "no coincide la descripción inicial del propietario del primer coches presuntamente robado con la realidad que se ha relatado". Además, solicitó que se descarten las indemnizaciones a los hermanos de la víctima mortal "porque ellos no dependían económicamente del fallecido" ni al propietario del primer vehículo supuestamente robado "porque ha sido declarado siniestro total, no se ha reparado y tampoco se demuestra que lo esté utilizando".

Por su parte, la entonces novia del propietario del primer coche que presuntamente robó el acusado no acudió hoy al juicio en calidad de testigo, como estaba previsto. El segundo atropellado supuestamente por Rubén "escuchó un coche revolucionado y cuando me di cuenta, ya lo tenía encima", según dijo hoy.

Pruebas periciales y guardia civil

En las pruebas periciales se demuestra que el fallecido, S.G.L, de 24 años, sufrió un "traumatismo craneoencefálico que lo mantuvo en coma cerebral 10 días". De la autopsia se desprende la conclusión de los forenses que mantienen que la víctima tuvo una "muerte violenta por accidente de tráfico que causó la destrucción de los centros neurológicos vitales", por lo que determinan que falleció a causa del atropello.

Según la guardia civil, en el segundo coche que presuntamente robó Rubén aquella noche, se encontraron 4 hisopos, dos en el volante y dos en la manivela de la ventanilla, y un par de pelos del acusado en el reposacabezas. De los restos encontrados en el volante determinaron que tenían el perfil genético del acusado y "en la manivela había varios perfiles, uno de ellos también coincidía con el procesado" como autor del atropello.