En declaraciones a Europa Press, el gerente de la empresa, Antonio Tello, lamentó que las petroleras no están poniendo de su parte a para lograr que los biocarburantes alcancen mezclas del 20 o del 30 por ciento, cuando en la actualidad las mezclas se quedan en el 5 por ciento.

Tello confió en alcanzar el 7 por ciento del carburante sea biodiésel aunque reconoció que será más fácil conseguirlo en flotas de vehículos, como puede ser el transporte urbano, que en los vehículos particulares. Con todo, Tello aseguró que de momento la producción en la planta de Barajas de Melo está paralizada y muy afectada por las importaciones de Estados Unidos.

"Aunque la normativa evita las importaciones de América, las petroleras siguen importando esperamos que el Gobierno tome parte en el asunto como ya ha ocurrido en Italia y Francia", al tiempo que manifestó su confianza en que el Ejecutivo central tome medidas porque "el empleo nacional hay que primarlo y en Europa ya se han tomado medidas".

Tello criticó también la campaña de desprestigio que, según afirma, han sufrido los biocarburantes. Aseguró que la producción no tiene nada que ver con la deforestación, ni con el aumento del precio de los alimentos en los países de los que sale la materia prima, como puede ser la soja o la colza.

"Poblaciones marginales sin medios de subsistencia con proyectos de este tipo, se les da un medio de vida para que tengan aceite e incluso para abastecer grupos electrógenos o incluso tener biocarburante en la selva; generan riqueza en origen pero en destino, en este caso en Europa, no interesa a las petroleras porque al final, todo lo que se incorpora de biocarburante, es parte que se les quita", indicó.

La planta de biodiesel de Barajas de Melo da trabajo directo a 20 personas además del resto de puestos de trabajo indirectos que genera.