El representante de la Asociación Española de Centros Médicos Psicotécnicos (Asecemp), Miguel Colmenares, reclamó hoy un "mayor control" de "todos" los establecimientos autorizados para conceder licencias de conducir porque la "mayor calidad" en los reconocimientos médicos, y en consecuencia un mayor rigor, "parece espantar" a los ciudadanos y este motivo, agregó, es empleado por algunas empresas para "captar clientes".

Así lo manifestó durante su comparecencia en la comisión parlamentaria no permanente de estudio sobre la seguridad vial en Galicia. En esta línea, apuntó que en la Comunidad gallega existen unos 150 centros —de los 1.900 del conjunto del Estado—, que realizan 185.000 reconocimientos anuales y cuentan, en total, con unos 400 empleados.

Colmenares consideró necesario que la Administración realice una labor de concienciación social contra la "falta de interés" que la Asociación de Centros Médicos Psicotécnicos detecta en los ciudadanos cuando acuden a obtener su licencia para conducir.

"Están más preocupados por el trámite administrativo y en que se dé el permiso con la mayor rapidez, el menor coste posible y sin problemas", expuso, al tiempo que explicó que esta situación puede aprovecharse para la captación de clientes.

"Tenemos el modelo mejor desarrollado y más coherente de Europa", concluyó. Así, estimó que el modelo español "bien gestionado y con el debido control" rinde y "podría rendir todavía más" un "gran servicio" a la sociedad que, aunque durante su exposición vinculó especialmente a las licencias de conducción, es "extensible" a otras modalidades —también conceden permisos de armas, manejo de embarcaciones de recreo, grúas o tenencia de animales peligrosos—.

Más inspecciones

Los tres grupos políticos subrayaron la trascendencia del examen psicotécnico en la seguridad vial por el peso del factor humano en los accidentes de tráfico.

El diputado del PPdeG, Alejandro Gómez Alonso, entendió que si los centros no actúan con la misma rigurosidad al expedir autorizaciones puede dar lugar a "especulaciones" y quedar al arbitrio del "mercado" y los "intereses" de cada empresa "el que sea más fácil obtener la licencia". Así, preguntó al representante de la asociación si son necesarias más inspecciones en los centros.

A su vez, la parlamentaria del PSdeG Beatriz Sestayo se remitió a la comparecencia en la comisión del fiscal especializado en Seguridad Viaria en Galicia, Carlos Gil, quien, recordó, había apuntado a la concesión de licencias de conducción como uno de los riesgos y que se estaban estudiando las responsabilidades penales y civiles por exámenes defectuosos —el 92,5 por ciento de los examinados superan el trámite a la primera y el 7,5 por ciento lo pasa con restricciones—.

En esta línea, la diputada del BNG Teresa Táboas alertó del peligro de que la "alta competitividad" entre centros provoque que algunos "no sean lo suficientemente estrictos para tener más clientes". Por ello, demandó un control "más estricto" de estos centros y de las inspecciones que efectúe la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Consellería de Sanidade para lograr que los reconocimientos no sean "distintos y distantes".

Informes telemáticos y en tiempo real

Al respecto, Colmenares precisó a los diputados que los centros dependen de la DGT y del Ministerio de Sanidad y Política Social —la Consellería de Sanidade se limita a comprobar cada cuatro años si sus instalaciones reúnen los requisitos demandados—, al tiempo que confió en que las diferencias actuales pueden "ir desapareciendo" con la nueva normativa aprobada recientemente en el Congreso.

Así, explicó que los centros médicos tendrán que remitir sus informes de forma telemática y "en tiempo real", así como que se ha implantado una historia clínica común, por lo que entendió que se puede constatar quien realiza un mayor control y quien no. "Nos gustaría que hubiese un mayor control y que se mirase igual a todos los centros porque es una de las cuestiones que nos desprestigian", insistió a continuación.

Distintivo para mayores

También a preguntas de los diputados se mostró, a título personal, partidario de implantar un distintivo entre los conductores que distinga a las personas de edad avanzada al igual que ocurre, actualmente, con los noveles —tienen que llevar una 'L'—.

Colmenares defendió su uso por parte de estas personas de edad avanzada para que los restantes conductores los tengan en cuenta y sepan que se van a incorporar al carril "más lentamente" o circular con "más despiste".

En este sentido, abogó por limitar el radio de acción de estos conductores para evitar que circulen por autovías o autopistas y tratar de que se limiten a carreteras secundarias y sin glorietas, así como que usen el coche para trayectos reducidos.

Todo, porque, según explicó, a medida que una persona tiene más edad sus aptitudes disminuyen, aunque la actitud con la que se enfrente a la conducción sea más prudente, algo que entre los más jóvenes "puede conllevar más riesgo". No obstante, sobre este punto aclaró que los centros médicos no pueden "hacer nada con la actitud". "Ahí haría falta una labor de concienciación", sostuvo.