Unió de Pagesos comparó las presuntas avellanas fraudulentas junto a las que sí cumplen con las garantías de la DOP. "Son avellanas rancias, con restos de cáscara, con unidades podridas, no están en condiciones, por lo que se engaña al consumidor y se causa un mal irreparable al productor, puesto que quien prueba ese producto no lo vuelve a comprar", explicó a Europa Press el responsable de Sectores Vegetales de Unió de Pagesos, Josep Carlos Vicente.

El sindicato exige a las autoridades que depuren responsabilidades de inmediato a través de un expediente sancionador, "con una respuesta más rápida y beligerante" que salvaguarde la calidad de los productos.

El acto de protesta se enmarca dentro de una campaña de vigilancia que comenzó hace más de un año y que también ha velado por la calidad del aceite, la leche o la fruta fresca. "El sector está muy sensibilizado para producir bien, y para exigir garantías de que sus productos lleguen en perfectas condiciones al consumidor", añadió Vicente.

En el caso concreto de las avellanas fraudulentas, el sindicato indicó que no tiene datos concretos sobre la procedencia, manipulación o procesado de esas avellanas, pero que es responsabilidad de la Agencia Catalana de Consumo y del Consejo Regulador de la Denominación de Origen —que ya conocían la denuncia de los agricultores— solicitar la trazabilidad del producto para averiguar dónde está el problema.

"Queremos que el consumidor sea exigente y, si tiene dudas, que pida toda la información necesaria, que pregunte, y si fuese necesario, que reclame el importe e incluso una indemnización", agregó Vicente.