El director xeral de Produción Agropecuaria, José Álvarez Robledo, instó hoy a los ganaderos que se sientan "afectados" por la modificación en las primas de superficies a "desbrozar" y "sembrar" la parte de pastos arbustivos que deseen, declararlo en su solicitud del pago único de la Política Agraria Común (PAC) y pedir el cambio de uso de esa tierra para así beneficiarse percibir más ayudas.

En declaraciones a Europa Press después de la manifestación en Santiago de más de 3.000 productores de carne convocados por Unións Agrarias, el alto cargo de la Consellería de Medio Rural negó que el "volumen global" de los fondos destinados por su departamento se hayan reducido este año.

"A título individual, si el productor tiene una parte dedicada a pasto arbustivo, para poder cobrar, tiene que desbrozar o realizar algún tipo de práctica agronómica", aseguró, al tiempo que precisó que la filosofía de la PAC "impide" pagar ayudas por una superficie donde no se hagan esfuerzos añadidos sobre la práctica habitual".

Por ello, insistió en la necesidad de que los ganaderos "cuiden" de sus tierras y recordó que existen ayudas agroambientales tanto para el desbroce como la siembra de los pastos. Los productores tendrán de plazo hasta el 30 de mayo, fecha límite para entregar sus solicitudes de pago único, aunque, matizó, aún habrá un margen a mayores para resolver reclamaciones.

Cambio en las primas por superficie

El titular de Produción Agropecuaria aseguró a Europa Press que, si bien se mantienen las superficies elegibles para calcular la carga ganadera, existe una modificación en el valor que se concede a los pastos arbustivos y bajo arbolado.

Por una parte, las ayudas agroambientales incluidas en el contrato de explotación sostenible (CES) priman el desbroce y limpieza del terreno, los cultivos herbáceos y el mantenimiento de prados donde se haya reducido el uso de productos fitosanitarios o abonados respecto a años anteriores.

Por otra, en las indemnizaciones compensatorias que perciben los titulares de granjas por desarrollar su labor en zonas desfavorecidas o de montaña —el 70% de las explotaciones de carne vacuna se ubican en estas áreas— puntúan más los terrenos cultivados —dedicados a maíz forrajero o herbáceos— y trabajados que los arbustivos o bajo arbolado.

El productor que declare estos dos últimos tipos de pastos verá reconocido un 0,15% de cada hectárea. Por ello, Álvarez Robledo recomendó al ganadero que el año pasado haya declarado 2 o 3 hectáreas que desbroce la parte del terreno que estime oportuna, la marque en la solicitud del pago único y pida su cambio de uso.

Al respecto, añadió que, así, dispondrá, además, de una mayor base territorial útil para su ganado y reiteró que podrá recurrir a dos primas concretas: una por desbrozar y otra por sembrar.

En esta línea, afirmó a Europa Press que este es el mensaje que su departamento está trasladando a las entidades que asesoran a las explotaciones, en su mayoría sindicatos agrarios.

A su juicio, el mayor peso otorgado a través de las primas a prados, pastizales y cultivos forrajeros constituye una medida "positiva a medio plazo", aunque, en un primer momento, genere "este tipo de mensajes", aseguró en referencia a la denuncia de que las ayudas se han recortado este año un 30 por ciento.

Aumento de las ayudas

Álvarez Robledo destacó el "notabilísimo" incremento de los pagos realizados al sector cárnico gallego el año pasado, sobre todo mediante las indemnizaciones compensatorias y en las ayudas agroambientales (CES).

En concreto, cifró la inversión de Medio Rural en ayudas a las 26.000 explotaciones cárnicas en más de 83 millones de euros, un 20 por ciento más —14 millones más— de los destinados por el Gobierno bipartito.

Entre las ayudas abonadas, citó las integradas en el pago único, primas por vacas nutrices, indemnizaciones compensatorias y ayudas agroambientales.

Respecto a las ayudas directas de la PAC, apuntó que desde 2007 hasta hoy las subvenciones dirigidas a los productores cárnicos se incrementaron en 1.000 euros por granja.

También señaló que los pagos a la incorporación de jóvenes a la actividad agraria y en planes de mejora de las granjas aumentaron el año pasado un 150 por ciento respecto a 2008, con 5,6 millones frente a 2,1.