Rock City Morgue: vida, muerte y talento más allá de la sombra de White Zombie

  • Sean Yseult, ex bajista de la banda de Rob Zombie, sigue en forma.
  • Lidera una banda que aúna estética de serie B y buenas canciones.
  • Presentan The Boy Who Cried Werewolf en varias ciudades.
  • Madrid (L10, Gruta '77) y Barcelona (S15, Ovella Negra), entre otras.

Resulta deprimente repasar mentalmente todas aquellas carreras de músicos distinguidos que, fuera del grupo que les encumbró, abrazaron la mediocridad más absoluta o se fueron a pique, al fango o al prostíbulo. Es justo y adecuado, no obstante, celebrar aquellos otros casos donde triunfa la coherencia y la voluntad, excepciones regocijantes. Con todos ustedes, Sean Yseult.

La magnética bajista de White Zombie, pilar de aquel fabuloso Astro Creep en los 90's, no se vino abajo después de que el ínclito Rob decidiera disolver la banda, aglutinar focos y dispersar su genio en discos en solitario y películas, con resultados desiguales. En lugar de lamentarse, vivir de las rentas o lucir palmito, decidió aliarse a Rik Slave, fantasmagórico frontman de formaciones como Kretins o Phantoms, y crear una máquina de rock and roll llamada Rock City Morgue. Sus influencias poco tenían que ver con White Zombie, los tiros iban más por el rock crípico y bizarro de Alice Coooper o The Cramps,  ciertos dejes punk a los Ramones y atmósferas muy tétricas, donde las líneas de piano dotan de mucha profundidad y cuerpo a sus adictivos y pujantes temas.

Sean, Rik y compañía (John Gray y Johnny Brashear) atienden tanto a su imagen, plagada de guiños al cine de terror de serie B, como a redondear un repertorio sólido, defendible y a la altura de las circunstancias. En esto son otra maravillosa salvedad en este mundo vacuo, frívolo y esclavo del envoltorio y la banalidad. Rock City Morgue no son una mona vestida de seda, son el monstruo de Frankenstein pisoteando y superando discografías bastante más aclamadas y aplaudidas.

Extensa gira

Su legión de fans es reducida, pero obstinadamente fiel. Eso, al menos, espera el grupo, que no ha escatimado en fechas ni en energías y ha programado una extensa gira por nuestro país. Así, tras sus actuaciones en Burgos y A Coruña, saldadas con multitud de alabanzas, le tocará el turno a Vigo (sábado 8, Chocolate), León (domingo 9, Belfast), Madrid (lunes 10, Gruta '77), Granada (martes 11, Planta Baja), Cádiz (miércoles 12, Super Sonic), Badajoz (jueves 13, Café Mercantil) y San Sebastián (viernes 14, Studio 21). Barcelona, el sábado 15 en La Ovella Negra, pondrá punto y final a esta prometedora visita.

La tenacidad y el sacrificio siempre han sido dos rasgos de identidad de esta peculiar formación, que debutó en 2003 con el ep Some Ghouls y ha progresado durante estos años con otro mini-álbum, The Cat's Meow y, especialmente, con dos discos muy disfrutables como Dead Man's Song y su flamante The Boy Who Cried Werewolf. A caballo entre New York y Nueva Orleans, Rock City Morgue acusó el varapalo del huracán Katrina, que paralizó provisionalmente sus planes, pero naturalmente no se dejaron llevar por la corriente e hicieron gala de la actitud indesmayable que siempre les ha permitido derribar obstáculos y mantener su integridad y honor.

Y ojalá duren, por mucho tiempo, con sus atuendos y su imagen de hijos bastardos de la familia Addams. Estas benditas rarezas, estas apuestas insobornables son agradables, muy reconfortantes. El mundo necesita a Rock City Morgue sonriendo entre tinieblas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento