Tras la firma de un convenio con el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, Espinosa explicó que este decreto, que está en el último trámite de aprobación y podría ir hoy a la reunión del Consejo de Ministros, trata de retirar una cantidad determinada de vino para destinarlo a destilación de uso de boca, a fin de aumentar su precio.
"Esto simplemente es la ley de oferta y demanda, es decir, si tenemos en estos momentos menos cantidad se supone que podremos conseguir mayor precio", explicó Espinosa, quien añadió que este objetivo se pactó con las organizaciones agrarias, y "se va unir a los primeros síntomas de recuperación económica que estamos viendo".
"El vino puede ser un producto sustitutivo en nuestra alimentación y en una situación de crisis puede verse más afectado que otro producto de primera necesidad", admitió la ministra.
La aprobación de este decreto permitirá la apertura de un nuevo tramo de destilación de uso de boca, con cargo al presupuesto de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino, que permitirá la retirada del mercado de hasta dos millones de hectolitros.
Sobre este asunto en concreto, el presidente regional confirmó, después de anunciar el martes pasado la publicación de la circular del Ministerio que permite al Gobierno de Castilla-La Mancha publicar una orden para la segunda destilación de alcohol de uso de boca, que la retirada de caldos ha tenido un efecto positivo en el precio del producto.
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