En la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, Feijóo subrayó que su Ejecutivo sigue trabajando con el compromiso de iniciar las obras de esta infraestructura sanitaria, que dará servicio a 600.000 personas de Vigo y su área de influencia, en diciembre de 2010 para que la "obra civil" esté finalizada "a finales" de 2013.

El informe de Sanidade autorizado hoy por el Gobierno gallego recoge, además de la puesta en servicio de esta infraestructura en tres años, la reversión de la concesión en 20 años después de la firma del contrato. Asimismo, Feijóo calculó que, en su proceso de construcción, supondrá la creación de 2.400 puestos de trabajo.

En este escenario, defendió el modelo concesional con el que se construirá esta infraestructura como "la mejor alternativa" para financiarla puesto que "no hay fondos en los presupuestos ordinarios" para acometerla y, "con los mecanismos tradicionales", tardaría "15 años en vez de tres" en estar finalizada.

"Es un proyecto del que me siento especialmente orgulloso", sentenció Feijóo, quien insistió en que la fórmula de pago aplazado, además de ser la "única viable", garantiza el acceso "gratuito y universal" del ciudadano a la prestación sanitaria y, además, no afecta "al déficit y a la deuda pública", a diferencia "del modelo SPI".

De este modo, se reafirmó en que su Gobierno hará el hospital que "necesita" Vigo en tres años, después de los cuatro del bipartito "presentando maquetas", y añadió que "los grandes hospitales de España y Europa" se están construyendo conforme a esta fórmula del pago aplazado. "El que quiera mantener el debate, allá él", zanjó.