Pauner dice que Tolo Calafat llegó a la cima en buenas condiciones y que realizaron el rescate "que pudimos"

El alpinista es el primer aragonés en hollar el Annapurna, uno de los catorce 'ochomiles' del planeta

El alpinista aragonés Carlos Pauner afirmó hoy en Zaragoza, recién llegado de culminar el pasado 27 de abril su noveno 'ochomil', el Annapurna (8.091 metros), en cuyo descenso falleció el montañero mallorquín Tolo Calafat, que éste último hizo cima 15 minutos después de él, "sin aparentar tener ningún estado de fatiga, ni de cansancio, ni de nada" y aseguró que cuando a la bajada perdieron contacto con él "iniciamos el procedimiento de rescate que pudimos".

Pauner aterrizó esta mañana en Madrid alrededor de las 8.10 horas y viajó en coche hasta Zaragoza, donde, en primer lugar, fue a visitar al presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, al Edificio Pignatelli, sede del Ejecutivo autonómico, junto con su compañero de expedición, el también aragonés Javier Pérez. En la expedición de Pauner también participó e hizo cima el veterano montañero vasco Juanito Oiarzabal.

Tras unos minutos de conversación con Iglesias, realizó unas breves declaraciones a los medios de comunicación, donde manifestó su satisfacción por haber coronado el Annapurna, si bien, añadió, "la nota negra de todo es la muerte de Tolo".

Según relató, tras hacer cima minutos después de él, en el descenso "fuimos perdiendo contacto" puesto que "cada uno lleva su ritmo y va hacia abajo". "Cuando nos dimos cuenta, Juanito y yo de que ya no venía por detrás, paramos durante dos horas y pico", pero "no llegó hasta nuestra posición".

Como se hizo de noche, "decidimos salvar la vida, seguir para el campo 4", además de que "estábamos tranquilos porque estaba un 'sherpa' con él". A la mañana siguiente, continuó, "el 'sherpa' apareció diciendo que Tolo no podía caminar".

En ese momento, "vimos que al situación de Tolo era comprometida; estaba bloqueado a 7.600 metros sin poder caminar e iniciamos el procedimiento de rescate que pudimos, sabiendo que a 7.600 metros una persona que no camina está muerta", de forma que "lo más probable es que muriera", si bien "había que intentarlo, aunque hubiese una mínima posibilidad".

Así, enviaron a un 'sherpa' de los que estaba con Juanito Oiarzabal y con él y que también había hecho cima y "se le cargó con oxígeno, medicinas, comida y alguna otra cosa", pero "no llegó a encontrar a Tolo", que "estaba todavía más arriba".

Después, un helicóptero sobrevoló la zona "y tampoco vio rastro", dijo Pauner, para recordar que "fue una noche de nieve y a Tolo, por el walki-talki" que llevaba, "ya no se le oía prácticamente". Así, agregó, "después de sobrevolar la zona, mandar un 'sherpa' y intentar encontrarlo y no hacerlo, lo dimos por fallecido y abandonamos el campo 4 el día 29".

Muchos comentarios

Pauner manifestó que "ha habido muchos comentarios", como "que no teníamos que haber dejado subir a Tolo", pero, recalcó, el alpinista "llegó diez minutos o un cuatro de hora más tarde que yo, en buena condición" y fue perdiendo fuerzas bajando.

"Eso le puede pasar a cualquiera" porque "es una situación de alto riesgo, una montaña de alto riesgo y nosotros mucho más no tenemos que decir", precisó el himalayista aragonés.

En este sentido, afirmó que lo sufrido "no es nuevo" para él porque, "desgraciadamente, he perdido once compañeros en los últimos diez años" y "algunos los he enterrado con mis manos, a otros no; esto es lo que pasa en las montañas de alto riesgo, que la gente muere".

Respecto a la colaboración en el rescate de Tolo de la expedición de la coreana Oh Eun Sun, explicó que fue él quien habló con ella y le pidió si podía unir alguno de sus 'sherpas' a los de la expedición de Pauner para ir en rescate de Tolo, "y me dijo que no, que sus 'sherpas' estaban muy cansado, muy tocados y que no querían subir para arriba".

"Lo respeto", dijo Pauner, porque "no se le puede obligar a nadie para ir a jugarse la vida; tienen que estar dispuesto a ello, si no, estaríamos llenos de héroes y hay pocos héroes", relató el alpinista, para agregar que quien entra en un incendio y salva la vida de las personas "tiene algo especial, salva, pero no es lo común, y allá tampoco es lo común".

Sobre las críticas de Juanito a la coreana, el alpinista aragonés comentó que "ha reconocido que se pasó, y realmente se pasó porque ella no tiene ninguna culpa, la culpa, únicamente, si es de alguien, es de Tolo".

Respecto a la posibilidad de que Tolo sufriese un edema cerebral, Pauner comentó que los médicos que se encontraban en el campo base "en ningún momento apreciaron síntomas de un edema cerebral". El aragonés Javier Pérez añadió que los médicos estaban a su lado cuando hablaba con Tolo por el walki-taki y "estaba claro que tenía la claridad suficiente como para descartar un edema cerebral".

Es fácil hablar desde el salón de casa

Carlos Pauner manifestó que no ha seguido los comentarios generados por la muerte de Tolo, aunque "me han contado alguna cosa", apuntó, para opinar que "es muy fácil hablar" y "la gente desde el salón de su casa habla enseguida" y dice "yo haría...".

Pero "hay que estar ahí y la gente habla sin tener absoluta idea de lo que es eso", de qué supone "estar en una zona donde lo fácil es morir, lo difícil es estar vivo; una zona donde cualquier esfuerzo, cualquier situación, cualquier cosa que vaya mal provoca la muerte de las personas, la llamada zona de la muerte y es por algo, es porque realmente se mueren".

Ahora, continuó, "lo que nos queda es explicar todo esto a la familia, darles sus efectos personales, contarles de primero mano todo lo que sucedió allá".

Primer aragonés en hollar el annapurna

Carlos Pauner ha sido el primer aragonés en hollar el Annapurna, uno de los catorce 'ochomiles' del planeta, una cumbre "difícil, exigente", "la que menos ascensiones tiene y es por algo" porque "es una montaña peligrosa, dura, esquiva", explicó esta mañana el alpinista aragonés.

En su caso, "he tenido la suerte, la oportunidad, la fe y la confianza de poder subir a su cima el día 27" y "para mí es un paso importante" en su proyecto de coronar los 14 'ochomiles' ya que con éste suma nueve y completa la "trilogía maldita" que constituyen el K-2, el Kangchenjunga y el Annapurna, "que hace que el proyecto de los 14 sea difícil" ya que el resto "son más asequibles, entre comillas".

El Annapurna "es una gran victoria", aunque reconoció que ha ido acompañada de la "la pérdida no sólo de un gran compañero, sino a un gran amigo como era Tolo", a quien conocía de varias expediciones, así como a su familia".

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