La dirección de Hussman Koxka ha anunciado al comité de empresa de la planta de Landaben el inminente cierre de la división de 'Retail solutions', aparatos de frío para la venta al publico, de la planta de Kölin (República Checa) y el traslado de esta producción a Pamplona.

En un comunicado, CCOO de Navarra recordó que la planta checa comenzó su actividad en 2003 como complemento a la factoría de Pamplona, con el objetivo de "atender las especiales características del mercado del Este de Europa".

Posteriormente, explicó el sindicato, fue dotada de los medios técnicos para fabricar exactamente las mismas gamas de producto que Pamplona para los mercados de centro y este de Europa, pero ahora, tras el anuncio del cierre de la división, estos productos serán producidos "en exclusiva" en la capital navarra.

Según CCOO, la decisión de la multinacional Ingersoll Rand, en la que se integra Hussmann, de cesar su actividad en Chequia, va a "revertir muy positivamente" en la carga de trabajo de la planta navarra, dado que desde Pamplona se producirá "para todo el mercado europeo, Oriente Medio y África".

Así, el sindicato destacó que las plantas de Pamplona y Peralta "deberán asumir de manera inminente la carga de trabajo, dentro de los límites temporales propios de la reorganización interna que esto exige", hacia los meses de junio o julio.

En un comunicado, la Federación de Industria de CCOO se felicitó por esta noticia que "garantiza el futuro para los trabajadores de Koxka Pamplona y Peralta" y "confirma que el trabajo sindical que se ha realizado en los duros momentos que se pasaron hace poco más de un año y la fuerte apuesta por el futuro industrial de estas plantas, ha tenido el resultado deseado, al conseguir ganar la batalla por la producción a Chequia".

En opinión del sindicato, con esta decisión, la multinacional IR "confirma la absoluta confianza en la capacidad de respuesta de las plantillas de ambas plantas Navarras".

Valoración de la ugt

Por su parte, UGT de Navarra también consideró "una buena noticia" el anuncio realizado por la dirección de Koxka y aseguró que "permitirá consolidar los 300 puestos de trabajo que integran la plantilla actual, en un momento complicado como consecuencia de la actual crisis económica".

La UGT valoró esta decisión "estratégica" como "una apuesta de la dirección de la multinacional por una planta en la que la mayoría sindical ha demostrado responsabilidad en los momentos de dificultad y ha desarrollado un trabajo serio para salvaguardar la actividad y el mayor número posible de puestos de trabajo".

En su opinión, se trata de una "recompensa" a una plantilla "comprometida, que ha sabido asumir sacrificios, pero que ahora se ve compensada con una producción adicional que puede despejar el futuro a corto y medio plazo, siendo el primer paso en la reconstrucción de la nueva Koxka".