En declaraciones a Radio Euskadi, Pastor manifestó que ese "partir de cero" que propugna Egibar no lo pide el Consejo Escolar y tampoco "lo han dicho otros dirigente del PNV", como tampoco "era ése el espíritu del posible acercamiento de posturas entre PSE y PNV".

En este sentido, denunció que Egibar tenía previsto convertir el Plan de Convivencia en un "elemento más de confrontación porque quizás no se sentía cómodo con él".

A su juicio, el Consejo Escolar da el "visto bueno" al documento del Gobierno pero pide que se mejoren aspectos concretos, "algo a lo que el Gobierno vasco siempre ha dicho que está dispuesto". "El problema es que algunas personas del PNV se agarran a determinados aspectos de ese dictamen como clavo ardiendo para justificar posiciones previamente establecidas", reprochó.

En esta línea, apuntó que "no tiene nada que ver la postura inicial del PNV de pedir la retirada íntegra del texto, como una especie de enmienda a la totalidad de hace 15 días, con la propuesta manifestada hasta ahora de los dirigentes del PNV de que estaban dispuestos a un acuerdo".

Presiones de los sindicatos

Tras denunciar las presiones que las centrales nacionalistas han hecho al Consejo para "reventar" el plan, dijo quedarse con lo positivo del dictamen del Consejo, y asumió que "hay que hacer mejoras".

Por ello, insistió en que "por encima de estrategias partidistas o de tácticas a corto plazo, lo importante es que el plan salga adelante". "Es un plan pensado para que no se pierda la memoria en los centros educativos. Parte de la educación en valores cívicos y democráticos que necesitan los estudiantes vascos, está en conocer la verdadera realidad de lo que ha ocurrido y ocurre desgraciadamente todavía en esta comunidad", explicó.

Para ello, aseveró que el papel de las víctimas "es necesario y conveniente". "Con ese espíritu constructivo de recoger aportaciones, el recorrido que se ha hecho con el Plan de paz, ha sido el mismo que el que el PNV tramitó con el Plan de paz y derechos humanos. Es más, ni las ikastolas ni los centros públicos en la tramitación del otro plan recibieron ni una sola llamada del Gobierno para pedirles su opinión, cosa que ahora sí se ha hecho", manifestó.

Tras insistir en que "hay disposición suficiente para acercar posturas", dijo mantener la mano tendida y esperó la misma receptividad por parte del PNV para "poder discutir", a quien pidió que deje de "agarrarse a todos los clavos ardiendo para seguir poniendo chinitas en el camino".

"Lo que no podemos hacer es convertir esto en una especie de acuerdo 'de pan y melón', que sirva para hacernos una foto y quedar todos estupendos, pero que luego no tenga ninguna aplicación ni sirva para nada", concluyó.