El Gobierno descarta que el número de parados llegue a los cinco millones a pesar de que la tasa de paro del primer trimestre del año se situó en el 20,05% de la población activa y los desempleados alcanzaron la cifra de 4.612.700.

Así lo expresaron este viernes la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, después de que el INE confirmara hoy los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), según los cuales, el paro aumentó en 286.200 personas entre enero y marzo respecto al trimestre anterior y en 602.000 en un año.

Además, a 31 de marzo el número de ocupados era de 18.394.200 personas, el más bajo desde el cuarto trimestre de 2004, lo que supone 251.800 menos que en el trimestre anterior y 696.600 menos que un año antes y había 1.298.500 hogares con todos sus miembros en paro.

En cuanto a los sectores que encabezaron la destrucción de empleo destaca la construcción, con 139.700 ocupados menos, seguido de la industria, con 81.100 y los servicios, 83.600.

Pese a estas cifras, el Ejecutivo mantiene su previsión de una tasa media de un 19% de paro para el conjunto del año, por lo que para los próximos meses esperan datos más positivos.

"El PP no se resigna"

Elena Salgado ha admitido la "gravedad" de las cifras del paro, e insistió en que el Gobierno está haciendo y hará todos los esfuerzos necesarios para paliarlo y para propiciar la creación de empleo.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó que las cifras de la Encuesta de Población Activa son "intolerables" y recordó que "el PP no se resigna" a este panorama económico.

De visita en Zaragoza, Rajoy atribuyó la responsabilidad del paro al Gobierno de Zapatero y exigió "un cambio radical" a las políticas económicas en España.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, achacó la subida al agotamiento del Plan E que puso en marcha el Gobierno para afrontar la crisis y a la dualidad en el mercado de trabajo entre contratos fijos y temporales, al tiempo que abogó por mantener los estímulos públicos para mejorar la economía y crear empleo.

Algo más optimista se mostró el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien admitió que la destrucción de empleo puede estar ya acabando, aunque advirtió de que para que esto ocurra el Gobierno tiene que tomar medidas, especialmente para resolver la escasez de crédito y la falta de inversión pública.

Los empresarios, desde la CEOE, pidieron al Gobierno un plan de consolidación fiscal que recorte el gasto corriente, mantenga la inversión productiva y no aumente los impuestos para recuperar el crecimiento económico, lo que reduciría el paro y el déficit público.