La psicóloga y experta en inteligencia emocional Begoña Ibarrola aseguró hoy que los cuentos son "primordiales" en la etapa de la Educación Infantil ya que, entre otras ventajas, tienen la capacidad de que los pequeños aprendan a conocerse y a ser autónomos.

En declaraciones a Europa Press, Ibarrola —que participó hoy en Sevilla en las V Jornadas de Educación Infantil de SM: 'Educar las emociones a través del cuento'— explicó que existen cuatro aspectos fundamentales relacionados con el comportamiento que se pueden potenciar en los menores a través de las fábulas y cuentos tradicionales, como son el autoconocimiento, el autocontrol, la autonomía personal y la competencia social.

Oír narraciones sobre diferentes personajes, además de entretener y desarrollar la imaginación, también hace que los niños descubran "un mundo de emociones y sentimientos que antes desconocían y que aprendan a ponerle nombre a las mismas y a que sepan expresarlas", aclaró la psicóloga.

Además, por el hecho de que hay protagonistas que lo pasan mal en sus propias historias o que tienen algún tipo de conflicto, los niños se dan cuenta de que a veces hay obstáculos que superar y, por tanto, "adquieren herramientas y estrategias para abordar situaciones de miedo, tristeza o enfado". Esto significa que "le estamos ayudando a regular sus propias emociones y a expresarlas correctamente", añadió Ibarrola.

Cuentos como el clásico del 'Patito Feo' también favorecen la autoestima y la autonomía emocional, ya que, a través del calvario de pato que se convierte en cisne, los menores son capaces de entender que no todo es la imagen personal y que, a veces, pueden descubrir potencialidades que ni siquiera sabían que tenían.

No obstante, la psicóloga advirtió de que, al tiempo, es importante enseñar a los niños que "no todo puede conseguirse". Por un lado, para favorecer la cultura del esfuerzo y, por otro, para no generar frustración ya que no siempre todo por lo que luchamos, aunque sea con esfuerzo, somos capaz de conseguirlo.

Asimismo, se trata de que los pequeños de hasta seis años encuentren en los cuentos ejemplos de cómo comportarse socialmente. Por ello, insistió Ibarrola, es "tan importante enseñarles escuchar a los demás, a ser empáticos y a ponerse en el lugar del otro, pero también a lo contrario, a saber decir no y no dejarse influenciar por los demás".

Seleccionar bien los cuentos

Para que todas estas capacidades emocionales se potencien es necesario, sin embargo, realizar una buena selección de los cuentos a leer a los pequeños. Por ello, Ibarrola aconsejó a los padres que no lean a sus hijos ningún cuento que antes no hayan leído ellos "desde un punto de vista crítico".

Sobre todo, según explicó, porque "los cuentos clásicos hacen referencia a arquetipos que son universales y que, en cierta manera, no son interpretables". De ahí que los mayores tengan que ser "responsables a la hora de saber qué valores están transmitiendo a sus hijos".

De todo, lo que más preocupó a la experta en inteligencia emocional es la pérdida del importante encuentro emocional que produce cuando un padre cuenta un cuento a un hijo, algo que "se está perdiendo peligrosamente en los hogares españoles".

"Antes, al no estar tan presente la televisión en las casas ni otras diversiones actuales, había un encuentro entre padres e hijos que fijaba muchos lazos y permitía un contacto y un vínculo muy fuerte entre ambos", reconoció.

No obstante, Ibarrola se mostró agradecida con que los maestros "aún sigan valorando" el potencial del cuento en las aulas de Educación Infantil, ya que gracias a él los pequeños podrán "ampliar su vocabulario, abrir su mente, viajar por el mundo con las aventuras de sus personajes y proyectarse fuera de él", resumió.