Las ayudas del Gobierno de Cantabria para la compra de libros de texto y material escolar a los alumnos de enseñanzas obligatorias de centros sostenidos con fondos públicos dejan de ser universales y se concederán el próximo curso en base a la renta familiar.

El Gobierno ha tomado esta decisión, que se recoge en un decreto que ha aprobado hoy, para adaptar los criterios de concesión de estas ayudas a la actual situación económica y para "priorizar" el apoyo a las familias que más lo necesitan, según explicó en rueda de prensa la vicepresidenta regional, Dolores Gorostiaga.

A estas ayudas se destina una partida presupuestaria de 4,6 millones de euros, que podrá ampliarse en caso necesario, de forma que podrán recibirlas todas las familias que cumplan los requisitos de renta establecidos.

En concreto, los umbrales de renta son de 14.112 euros para familias de un miembro; 24.089 para las de dos; 32.697 para las de tres; 38.831 para las de cuatro; 43.402 para las de cinco; 46.833 para seis; 50.267 para las de siete; y 53.665 para las de ocho. A partir del octavo, se añadirán 3.672 euros por cada nuevo miembro computable.

La cuantía media de las ayudas se incrementará, pasando en Educación Primaria de los 104 euros de este curso a los 120 euros por alumno; y en Educación Secundaria de 150 a 170 euros. El año pasado el Gobierno destinó a estas ayudas una partida de 6 millones de euros y fueron beneficiarios 48.000 alumnos.

Gorostiaga señaló que no existen estimaciones sobre los alumnos que podrán recibirlas el próximo curso y destacó que estas modificaciones pretenden adecuar el Plan de Ayudas para Libros de Texto y Materiales Curriculares a la situación económica actual, dada la necesidad de "priorizar" los recursos públicos e "intensificar" las ayudas para las familias con menor renta.

Destacó que por ello se ha incrementado la cuantía media de la ayuda y se ha establecido un criterio "objetivo" para su concesión, que es el mismo que el que utiliza el Ministerio de Educación para la distribución de las becas.

"En un momento como éste hay que ser responsable y tenemos el deber de trasladar a la ciudadanía que el Gobierno de Cantabria, como ocurre con todos los gobiernos de las comunidades autónomas de España, están obligados a priorizar", señaló Gorostiaga.

Añadió que los ingresos se han reducido "sustancialmente" y las necesidades han crecido "de forma más que notable", lo que no permite continuar con la política de universalización de las ayudas que ha mantenido hasta ahora el Gobierno regional, sino centrarlas en las familias con menor poder adquisitivo, mientras que las de rentas más altas "pueden y deben" afrontar el gasto de sus hijos.

Recalcó que el Ejecutivo, y ella personalmente, tienen "muy claro" que la prioridad "absoluta" ahora es evitar que la crisis genere una "fractura social". De ahí que se debe "reforzar la cohesión social" priorizando la inversión pública en ayudas como éstas, señaló Gorostiaga, quien reiteró que todas las familias que cumplan los requisitos establecidos en el decreto tendrán las ayudas.

Solicitudes por internet

Como novedad, las familias van a poder solicitar las ayudas a través de Internet, mediante la plataforma educativa Yedra, donde también podrán consultar la información sobre las mismas y su resolución.

Como el año pasado, la fórmula para el cobro será el llamado cheque-libro, que las familias podrán canjear por libros y materiales curriculares en los establecimientos autorizados. Estos cheques se entregarán a principios del mes de septiembre en los propios centros educativos.