Gil, junto al presidente regional, José María Barreda, aseguró que en la región "no somos diferentes al resto de ciudadanos del país", y por tanto, "exigimos el mismo trato". "Hoy, presidente, creo que el sentimiento de pertenencia de castellano-manchego se ha acentuado como nunca, porque hemos asistido a una decisión, a una actuación injusta, y que tenemos que combatir y cambiar", manifestó.

Lamentó que esta tarde se haya constatado que la secretaria general del PP y presidenta de la formación en la región, María Dolores de Cospedal, "es una losa para el desarrollo de Castilla-La Mancha y, esa losa, la tenemos que levantar para no privar a esta región del desarrollo que todos los días la gente de bien intenta hacer para superar dificultades y concitar consensos en temas generales", aseveró Gil.

Una prueba evidente de lo dicho anteriormente, comentó, es "la gente que hoy está respaldando al presidente de Castilla-La Mancha para defender la región". Admitió que hay temas "en los que no coincidimos, es evidente", al tiempo que confió en conseguir a corto plazo "una victoria", porque "tenemos razón y capacidad para defenderla, y la gente lo va a entender y lo va a respaldar".

Gil pidió a la gente que se rebele ante "los disparates de algunos, ante las tácticas electoralistas" para que los derechos no solo del agua se puedan defender "en libertad y con respeto" que es lo que "ha faltado hoy en las Cortes Generales al ciudadano de Castilla-La Mancha".

"el principio de algo nuevo"

"Estamos acostumbrados a sufrir, pero estamos cansados de que alguna gente piense que el sufrimiento es lo único que ocurre en Castilla-La Mancha, eso se ha terminado, y por eso hoy este hecho muy relevante y negativo para la región tiene que ser el principio de algo nuevo e importante. En esa empresa sabes que cuentas con lo que representan, al menos, las CCOO", dijo de nuevo a Barreda.

Por su parte, Pedrosa indicó que "no hay acuerdo posible y no hay negociación que aguante cuando una de las partes, como en este caso el PP, de inicio lo que no quiere es negociar". En este asunto "trascendental" para Castilla-La Mancha, aseguró que UGT estará "sin fisuras" con el Gobierno de Castilla-La Mancha, con los empresarios, con las organizaciones agrarias y con los municipios.

Afirmó que en Castilla-La Mancha "no ha habido, ni hemos provocado guerra del agua, pero es posible que los ciudadanos empiecen a demandarnos y exigirnos que haya algo más que lo que ha habido hasta la fecha en esta materia".

Respecto a las voces que hablan de insolidaridad por parte de Castilla-La Mancha, defendió que la región "no es insolidaria" y recalcó que Castilla-La Mancha "ha sufrido durante décadas la insolidaridad del resto del país, que como el agua por el trasvase Tajo-Segura pretendía pasar sin dejar huella".