El alcalde de Arzúa (A Coruña), el nacionalista Xaquín García Couso, destacó hoy que el vecino de la localidad y su tío que fueron encontrados muertos la pasada noche en la casa en la que residían, después de que supuestamente el primero disparase al segundo y se suicidase, "se llevaban muy bien" y comentó que no había "conflicto familiar" que pudiera hacer prever el suceso.

En declaraciones a Europa Press, el regidor local, tras lamentar lo sucedido, señaló que el presunto autor de los disparos, Manuel Barreiro, estaba en tratamiento —presentaba antecedentes psiquiátricos—, pero se encontraba en "una situación normal" e "incluso de menor riesgo".

Además, aclaró que, en relación con esta familia, no había "ninguna situación de conflicto familiar ni de extrema pobreza" que requiriese la atención por parte de los servicios sociales del Ayuntamiento.

Así, explicó que en la vivienda donde sucedieron los hechos la pasada noche residía el sobrino y su tío, Jesús Barreiro —hermano de su padre—, junto con la madre del primero —cuñada del otro fallecido— que se había quedado viuda hacía unos diez años.

Xaquín García apuntó que Manuel Barreiro había montado un invernadero y el pasado sábado se había desplazado a la provincia de Pontevedra a comprar plantas para cultivar y vender posteriormente.

Por ello, consideró "muy extraño" lo sucedido porque, además de tener buen relación tío y sobrino, vivían en una aldea "nada aislada" y en una situación "no conflictiva". "No discutían normalmente", apostilló el regidor local.DEPRESIÓN

Fuentes de la Guardia Civil señalaron que el presunto autor de los dos disparos que acabaron con la vida de su tío antes de suicidarse con la misma escopeta de caza, presentaba antecedentes psiquiátricos. De hecho, el alcalde precisó que estaba a tratamiento porque "tenía depresión".

Según informaron fuentes del Instituto Armado, los hechos sucedieron pasadas las 21.00 horas de ayer en una casa ubicada en la parroquia de Dodro, en el municipio de Arzúa, supuestamente tras mantener los fallecidos una disputa, cuyas causas se desconocen.

En la vivienda se encontraban el tío y sobrino y la madre de éste, a la que pidieron que fuera a dar de comer a las gallinas. Cuando la mujer, de unos 77 años, regresó a la casa, se encontró que estaba cerrada la puerta. Al no contestarle nadie cuando pidió que le abrieran acudió a pedir ayuda a un vecino.

Cuando intentaban subir a una ventana para ver qué pasaba escucharon los disparos, tras lo que dieron aviso a las fuerzas de seguridad. Así, efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que se encarga de la investigación de los hechos, se desplazaron a la vivienda.

Xaquín García afirmó que ayer acudió a ver a la madre del presunto autor de los disparos, que se encuentra "muy afectada" por lo sucedido, e indicó que los servicios sociales le prestarán asistencia en lo que puedan tras lo sucedido.