El aeropuerto de Barajas continúa abierto aunque con cancelaciones por el volcán

El Aeropuerto de Madrid-Barajas registra ya, a causa de la nube de ceniza causada por una erupción volcánica en Islandia, 337 vuelos cancelados, un 25% de las operaciones previstas para este lunes (1.311 vuelos programados), según explicó un portavoz del aeródromo. El aeropuerto continúa abierto después de un fin de semana repleto de cancelaciones como consecuencia de la nube volcánica.

Según los últimos datos, de los 337 vuelos, unos 172 son de llegada y otros 165 de salida, todos con conexiones al centro y norte de Europa, donde los espacios aéreos son los más afectados y algunos están cerrados por completo. En toda la red, se han cancelado hasta ahora 1.517 vuelos, que corresponden a operaciones con origen y/o destino a aeropuertos de Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Holanda, Hungría, Irlanda, Noruega, Polonia, Suecia, Reino Unido, República Checa, Suiza, Rumanía y Ucrania.

AENAdestacó que todos los aeropuertos de la red se encuentran abiertos y "plenamente" operativos, pero recordó que se mantienen restricciones totales o parciales en el espacio aéreo de 19 países europeos.  En este sentido, AENA recomienda a quienes tengan previsto volar en las próximas horas que antes de acudir al aeropuerto contacten con su compañía aérea. Los teléfonos de información son 902 404 704 y (+34) 91 321 10 00.

Centenares de pasajeros hacen cola ante los mostradores de atención al cliente de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas para informarse sobre cuando podrían retomar su vuelo y para denunciar la falta de información del personal del aeródromo les aportaban.  Muchos de ellos aguardaron hasta tres veces una cola de hasta cuatro horas y para otros la solución fue tomar un autobús hasta el lugar de su destino, un viaje que en vez de suponerles una hora de trayecto les supuso hasta 15 horas.

En las dársenas de los autobuses fuera de la T4 esperaban más de un centenar de ciudadanos de origen francés, cuyos vuelos a Lyon o Bruselas habían sido cancelados, a un autobús que les transportasen hasta su destino. "Es cierto que hay problemas, pero hay que informar y tratar bien a las personas. No sabemos en qué lugar de Bruselas nos van a dejar", reprochó una ecuatoriana que llevaba desde el viernes en Barajas.  

En este sentido, un ciudadano francés sostuvo que desde hace cuatro días había estado en Madrid fuera del plazo de sus vacaciones y se jactó de que ahora tendría que hacer "20 horas de autobús", mientras que en avión su viaje habría durado una hora. "La falta de organización es lamentable. Iberia muy bien, pero la organización es de países del sur, no del norte", se lamentó.  

En esta línea, una pareja de Lyon esperaba sentada en el suelo del aeropuerto a que su autobús se llenara para poder salir hacia su ciudad natal después de más de tres días de retraso denunció que tendrá que aguantar 15 horas de trayecto pudiéndola hacer en una. "Queremos ir a Lyon, ya no queremos ni indemnización", se indignó.

En las colas de atención al cliente para reclamar por el trato recibido por la falta de atención aguardaban centenares de viajeros con sus carros repletos de maletas. Este era el caso de un matrimonio argentino que reprochaban la falta de asistencia médica proporcionada por el aeropuerto. "Yo tengo problemas de salud. Si me pasa algo aquí, no hay ni un médico", criticó.

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