ONCE en CyL tramita una media de tres peticiones de perros-guía cada año, servicio que cuesta 30.000 euros por usuario

Una invidente vallisoletana prefiere viajar a Estados Unidos para hacerse con un can y ahorrar dos años de espera
Una Invidente Pasea Con Su Perro Guía.
Una Invidente Pasea Con Su Perro Guía.
ONCE
Una Invidente Pasea Con Su Perro Guía.

La ONCE en Castilla y León recibe cada año una media de tres solicitudes de perros-guía, un servicio que tiene un coste de 30.000 euros por cada usuario y que es sufragado íntegramente por la organización, según explicó a Europa Press el delegado territorial de la ONCE en la Comunidad, Salvador Galvañ Blasco.

En la actualidad, más de 900 canes desempeñan labores de guía en España, de los que una treintena lo hacen en la Región. La mayoría de estos perros nace y se forma en la Escuela que la Fundación ONCE tiene en Boadilla del Monte (Madrid), mientras que un pequeño porcentaje procede de la Escuela de Rochester (Detroit), en Estados Unidos, que gracias a un convenio complementa la demanda de animales cuando la crianza se ralentiza en España.

Para conseguir uno de estos perros, que suelen ser labradores, pastores alemanes y Golden Retriever, se exige como requisito que el solicitante, agotada la rehabilitación visual, sepa manejarse con un bastón y cuente con informes favorables tras someterse a pruebas médicas, entre ellas una de fuerza y un electrocardiograma, y entrevistarse con un técnico de movilidad, un asistente social y un psicólogo.

A menudo, se trata de un proceso que puede tardar varios años en concluirse ya que, como indicó Galvañ, el servicio está condicionado por el número de crías que nazca en cada camada así como por su crianza y educación posterior.

Una vallisoletana en rochester

Patricia Carrascal, una invidente vallisoletana de 24 años, tuvo que esperar tres años para hacerse con Briling, su Golden Retriever color canela, a la que fue a buscar a la Escuela de Rochester el pasado mes de octubre. Según explicó, escogió la opción de Estados Unidos para 'ahorrarse' otros dos años de espera. Allí, acudió junto con seis ciegos españoles más y un intérprete y permaneció tres semanas formándose como nueva usuaria mediante clases diarios con un instructor.

Unos meses antes de viajar, la Fundación ONCE requiere al solicitante que rellene algunos documentos con información acerca de su vida diaria y sus preferencias respecto al perro así como que grabe un vídeo en el que aparezca andando con el bastón y muestre cómo es su vivienda. De esta manera, al llegar a Detroit, como señaló Patricia Carrascal, el instructor ya tiene un perro asignado a cada invidente.

Para ella, el mejor momento de la estancia es el primer encuentro con el animal que, una vez entregado a su dueño, ya debe tener asimilado el olor de sus manos. Los días siguientes a la entrega, usuario y perro hacen juntos rutas por la ciudad y ponen en práctica los conocimientos aprendidos. "Es un proceso muy duro porque al principio sólo hace caso al instructor, la primera semana me veía incapaz", manifestó esta vallisoletana.

Una vez en Valladolid, y tras vivir varios meses con Briling, Patricia se encuentra "encantada". "Además de ser mis ojos, me hace mucha compañía", recalcó. Según relató, "el ruido de las calles en España asustaba al principio al perro" que, no obstante, "se adaptó rápidamente" a su nuevo entorno.

Una vez aquí, las obligaciones del usuario con el animal, que le es cedido por la Fundación "en usufructo", son las de protegerlo con un seguro de responsabilidad civil y llevarlo al veterinario para que le hagan dos chequeos anuales y le pongan las vacunas correspondientes.

Castilla y león,

Respetuosa con los invidentes

Patricia Carrascal indicó por otra parte que estar acompañada por un perro-guía "nunca ha sido un problema" en Valladolid. "A la hora de entrar en cualquier edificio siempre han sido muy respetuosos", aseveró.

De igual forma se expresó el delegado territorial de la ONCE en Castilla y León, quien garantizó que en la Comunidad los usuarios "nunca han tenido problemas" y aseguró que en general los ciudadanos "entienden que estos perros no son animales de compañía". "Están sometidos a un control sanitario importante", puntualizó Galvañ.

Precisamente, con el fin de evitar cualquier incidencia, la Fundación ONCE lanzó una campaña de sensibilización a nivel nacional, denominada 'Colabora sin reservas', que ya fue presentada en Valladolid y que consiste en el reparto de folletos con el fin de que restaurantes y hoteles de la Región no se opongan a la entrada de estos canes en sus dependencias.

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