En este sentido, la asociación destacó en un comunicado que la Conselleria "no está obligada a actuar para contentar a ningún colectivo. Es más, es preferible que no sea así". En todo caso, Gecen subrayó que "se ha de analizar con datos objetivos si sobran o no urracas. Si hay demasiadas, en lugar de priorizar matarlas, se han de analizar las causas que han llevado a dicha expansión y actuar sobre ellas".

"Entre éstas, sin duda, —prosiguieron los responsables de la asociación— está la degradación de los hábitats por causas antrópicas. La urraca es una especie oportunista que ha conseguido adaptarse, multiplicarse y aprovecharse de las alteraciones del medio que provoca el hombre".

En este mismo sentido, añadieron que un ecosistema bien estructurado "es un ecosistema sin superpoblación de urracas". Del mismo modo, "un paraje degradado por el hombre invita a la expansión de la urraca, animal oportunista que no rechaza la presencia humana, todo lo contrario, se aprovecha de ésta", comentaron.

Por ello, desde Cegen advirtieron de que "sin depredadores, esquilmados por causas antrópicas, es imposible el control natural de la especie", por lo que la formación ecologista abogó por trabajar "en la mejora de los ecosistemas y dejar el control directo de la especie, es decir, la captura, como algo secundario y no como la herramienta principal".