Mercedes Castro se burla en su nueva novela, 'Mantis', de los estereotipos profesionales a través de una 'femme fatale'

La escritora gallega Mercedes Castro, tras el éxito de su primera novela 'Y punto', recoge una burla de los estereotipos sociales y profesionales a través de la mirada y la voz de una 'femme fatale' actual en su segunda obra, 'Mantis' (Alfaguara).

La escritora gallega Mercedes Castro, tras el éxito de su primera novela 'Y punto', recoge una burla de los estereotipos sociales y profesionales a través de la mirada y la voz de una 'femme fatale' actual en su segunda obra, 'Mantis' (Alfaguara).

En una entrevista concedida a Europa Press, Castro indicó que tras la figura de la famosa cocinera, Teresa Sinde, "una mujer falta, poderosa, mala y que lleva los hombres a la perdición", se esconde "una burla hacia ciertos estereotipos masculinos y femeninos", pero más allá de un enfrentamiento de géneros, precisó que "en esta sociedad todos estamos jodidos y tanto las mujeres como los hombres tienen sus problemas para asumir su rol social, atemorizados por lo políticamente correcto, que nos puede a todos".

En este sentido, señaló que "no pretende hacer una crítica política, sino dirigida hacia lo políticamente correcto que impide decir ciertas verdades". Así, añadió que "se burla de los estereotipos, no de mujeres o hombres, sino del consejero delegado, del librero cultureta o de la mujer fatal, poco fatal".

Al hilo de esto concluyó que "la crítica irónica se centran en los estereotipos sociales, a las clases, oficios y profesiones". La razón de esa mirada, según Castro, es que "no escribe para ser complaciente, sino responsable y si habla del mundo actual tiene que ser veraz y crítica".

Asimismo, explicó que si hoy día "se puede considerar a la mayoría de los ciudadanos monstruosos, cínicos, violentos, agresivos y perversos es porque el mundo en el que vivimos nos ha hecho así", precisando que "ahora se juzga a las personas, pero nunca a la sociedad que la genera, pues somos consecuencias del mundo en el que vivimos".

No obstante, Castro, que visitó hoy Sevilla para promocionar su obra, reconoció que "hay personas que tienen más responsabilidades que otras y, siempre, son los que se van de rositas", por ello, dijo que con él que más crítica y sangrante se muestra es con el consejero delegado.

"feroz con el mundo de las apariencias"

Por otro lado, comentó que la critica "más feroz" es hacia "el mundo de las apariencias en el vive la actual sociedad, que en la novela se refleja en la cocina pero se puede trasladar al mundo de la literatura, el arte moderno, el cine o la música". La escritora cuestionó "hasta qué punto la sociedad se deja llevar por las apariencias, como se demuestra en el hecho de que la belleza de Teresa influya en sus relaciones".

'Mantis' narra la historia de Teresa, una chef que oculta secretos en sus fogones que logran que sus platos despierten pasiones, pero, a pesar de su exitosa carrera, no termina de sentirse satisfecha. Así, se ofrece "una intriga psicológica, un cuento de hadas envenenado, cargado de humor negro y un perverso sentido del suspense, la historia de una mujer fatal que persigue huir de su destino", según señaló la editorial.

"Se cocina una historia de una mujer falta, un plato cocinado a fuego lento porque importa tanto lo que se está haciendo como los preparativos, es decir, el pasado de la protagonista", dijo Castro, quien confesó que 'Mantis' supuso "un reto narrativo" para ella, pues es una obra "en contraposición" de 'Y punto', "tanto en estructura, la personalidad de la protagonista, su lenguaje, incluso el final", afirmó. De esta manera, seguía creciendo como escritora con una evolución, "no quiero estar pintando relojes blandos toda la vida", aseguró.

Por otro lado, apuntó que ella "adopta estereotipos literarios clásicos para darle una vuelta más y adaptarlos a los tiempos de hoy", así, según precisó, la 'femme fatale' existe "desde los principios de los tiempos, apareciendo en la Biblia, en la tradición hebrea, en Poe, en la época victoriana, en el cine negro, entre otros".

Al hilo de esto, precisó que "no es coherente reflejar una mujer fatal y situarla en un castillo del siglo XVIII, pues la 'femme fatale' tiene que ser actual y hablar de temas contemporáneas, en este caso, Teresa es mala porque el mundo la hizo así".

"falta de amor e incomprensión"

Las causas de la personalidad y la actuación de la protagonista, según Castro, son "la falta de amor y la incomprensión". "Ella es hija de la incomprensión de su tiempo", dijo. "El pasado siempre vuelve y, aunque huyas y corras, siempre lo harás en círculo y en algún momento te enfrentarás a él de cara", manifestó.

Asimismo, indicó que se trata de "una niña que huye de su pasado, intentando entenderlo y explicarlo, buscando amor, pero sobre todo comprensión, pues guarda la carencia de cariño del pasado y problemas con la incomprensión".

Castro se mostró "gallega de pura cepa" y por ello "ironiza con todo lo que mueve, de los personajes femeninos, masculinos, de la sociedad, del mundo de espejos y falsas imágenes y de los mitos engordados de la cocina".

Tras la buena acogida por parte de los lectores, crítica y prensa de 'Y punto', publicada en 2008 por Alfaguara, Castro confesó a Europa Press "no haber sentido presión de los editores ni de su entorno más cercano, incluso, debido a su ingenuidad, tampoco de los lectores". No obstante, reconoció que fue "inconsciente de que los lectores esperaban su segunda novela, pero varios casos la pusieron en situación y comenzaron a inculcar el vértigo en su cuerpo".

En este sentido, explicó que "algunos lectores esperaban una nueva aventura de Clara" —protagonista de su primera novela—, aunque, precisó que pese a parecer "egoísta" con el público, tuvo que ser "honesta consigo misma y evolucionar, sino siempre escribiría lo mismo".

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