El consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Rafael Bengoa, reconoció hoy que alrededor de 3.500 empleados del Servicios Vasco de Salud (Osakidetza) faltan a diario a su trabajo, lo que supone una tasa de absentismo del diez por ciento. Bengoa achacó el incremento de este problema a factores como el envejecimiento de la plantilla y al aumento del número de agresiones a los profesionales sanitarios, por las que algunos trabajadores empiezan a sentir "temor".

El responsable autonómico de Sanidad fue interpelado por UPyD, durante el pleno de control del Parlamento vasco, acerca del nivel de absentismo en Osakidetza, que según el parlamentario de esta formación, Gorka Maneiro, se ha incrementado durante el último año en aproximadamente un 20 por ciento.

El representante de UPyD precisó que con su interpelación no pretendía cuestionar la profesionalidad de la plantilla del Servicio Vasco de Salud, por lo que planteó la necesidad de abordar este problema "en positivo" y propuso la puesta en marcha de mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores. De todas formas, advirtió de que el hecho de que a diario falten a sus trabajos 3.500 de los 35.000 empleados que integran Osakidetza supone "un verdadero lastre".

Bengoa reconoció que la tasa de absentismo general se sitúa en torno a un diez por ciento, aunque precisó que hay que tener en cuenta que la sanidad es un sector en el que inciden factores muy diferentes al resto, ya que los profesionales realizan su labor "en un entorno de enfermedad y en ocasiones de dolor".

Además, explicó que enfermedades leves que en otros sectores no son motivo de baja, en la sanidad sí lo son, dado el especial cuidado que hay que tener para no contagiar a los pacientes y agravar así su estado.

Más de 60 AÑOS

Respecto al incremento del absentismo, lo achacó al envejecimiento de la plantilla, cuya edad media se sitúa en los 50 años y en la que 2.160 trabajadores supera ya los 60 años de edad. Otro de los factores que citó es "el incremento del número de agresiones" a los profesionales de Osakidetza por parte de los pacientes o sus familiares, del que afirmó que "no es un asunto menor".

Tras recordar que una persona fue condenada ayer mismo a un año de prisión por agredir a un trabajador del Servicio Vasco de Salud, manifestó que esto "es algo que no ocurría antes" y tiene influencia en el absentismo "porque algunas personas empiezan a sentir temor".

También repercute en el incremento del número de empleados que no acuden a sus puestos "la feminización progresiva" de la plantilla y los consiguientes derechos reconocidos a las trabajadoras, dado que, en la mayor parte de los casos, quienes optan por las reducciones o las bajas por el nacimiento de hijos son las mujeres, no los hombres.