Los 16 juzgados de lo Social de la ciudad de Valencia, donde se tramitan los juicios por despidos e impagos de salarios, están soportando una carga de trabajo que duplica su capacidad normal.

Son 1.795 asuntos en cada uno, un volumen que ha obligado a los órganos judiciales a dar prioridad a estos procedimientos, ya que afectan a derechos fundamentales, según indican fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat.

Esto ha provocado que las demandas por despidos se resuelvan en unos tres meses, mientras que el resto, de carácter ordinario, lo hacen ahora en unos 10 u 11 meses. Además, el trámite del juicio en las demandas laborales apenas duran entre 5 y 10 días hasta que se dicta sentencia.

De hecho, según la estadística del Decanato de los Juzgados de Valencia, las demandas por despidos se dispararon en 2009 un 54,3%, hasta los 6.827 casos. Las reclamaciones por impagos de salarios han pasado de 5.564 casos en 2008 a 8.032 en 2009, lo que supone un aumento del 44,4% en apenas un año.

Así, los jueces valencianos han experimentado un aumento en la carga de trabajo superior al 35% en el último ejercicio, un fenómeno que está afectando ya en forma de retrasos al resto de juicios que se celebran en la Ciudad de la Justicia de Valencia.

Impacto de la crisis

El atasco judicial lleva unos dos años agravándose,  justo desde que empezaron a notarse las consecuencias de la crisis económica en los juzgados valencianos. Los más afectados, al margen de los de lo Social, están siendo los juzgados de lo Mercantil, que soportan un auténtico alud de impagos y concursos de acreedores. Las ejecuciones hipotecarias también han experimentado un crecimiento espectacular.

Más conflictos con la Administración

El aumento de los litigios que ha traído la crisis también se refleja en los juzgados de lo Contencioso-administrativo. Las demandas de personal estatutario se han disparado un 318%, hasta las 2.714, y ya son el segundo grupo más numeroso tras el de extranjeros, que tiene 3.490.