En un comunicado, la plantilla de Ramón Vizcaíno, dedicada a la fabricación e instalación de equipos industriales de climatización y refrigeración, reclamó al Ejecutivo vasco que "asuma sus responsabilidades" posibilitando "la continuidad" de esta empresa, que "no solamente ha recibido ayudas, sino que también ha generado riqueza, manteniendo en los últimos años más de 400 puestos de trabajo directos".

Además, instó al director de la SPRI, accionista significativo del grupo, Javier Vélez, a que también "asuma su responsabilidad acudiendo a votar a la Junta de Accionistas convocada a fin de poder realizar la dilución en un 75 por ciento del accionariado histórico, dilución impuesta hace tres meses por su propio departamento".

Al mismo tiempo, pidió al lehendakari, Patxi López, que "asuma su responsabilidad evitando por todos los medios que una empresa, con más de 130 millones de euros en contratos vivos, principalmente en el mercado internacional, se vea obligada a acudir a un proceso concursal" que "con toda seguridad supondría el cierre definitivo de la Compañía".

"Pedimos al Gobierno vasco en su conjunto, que asuma su responsabilidad apostando por el mantenimiento de una empresa tractora de Gipuzkoa, la primera en Euskadi, puntera en el Estado y referente mundial, que cuenta con un alto grado de tecnología y que está encuadrada dentro de un sector estratégico como es el frío industrial", afirmó.

A su juicio, en el caso contrario "unos y otros deberán explicar cuáles son las oscuras razones que hacen coincidir los intereses del Gobierno con los del heredero del fundador de esta Compañía, José Ramón Vizcaíno (33%)", que "además de ser el artífice y único responsable del rechazo al Plan propuesto por el Ejecutivo", ahora pretende que éste "le vuelva a dejar la Compañía limpia de polvo y paja", es decir, "con sus deudas reducidas y ordenadas y con más de 400 trabajadores despedidos, muchos de ellos con más de 40 años de antigüedad".