En un comunicado, Paco Ramírez, secretario de organización de Colega, considera que "este tipo de declaraciones constituyen una maniobra poco digna, poco sensata y nada evangélica, de echar la culpa a otros o desviar la atención de la opinión pública confundiendo de forma artera y torticera homosexualidad con pederastia".

A su juicio, "estos profesionales de la hipocresía siguen en su papel de fomento del odio hacia otros como estrategia de evasión de responsabilidades, y la comunidad gay-lésbica se ha convertido en los últimos años en blanco fácil de estos ataques. En definitiva se trata de ver paja en el ojo ajeno en vez de la viga en el propio".

Por su parte, Felipe Giner, presidente de Colega Castilla-La Mancha, afirma que "no se puede lanzar una cortina de humo, echando la culpa a otros como se está haciendo". "Ya es hora de que la jerarquía católica asuma completamente toda su responsabilidad en estos lamentables hechos, y depure y castigue a todos aquellos que por acción u omisión han permitido atentar contra la dignidad y los derechos humanos de miles de personas", agrega.

"Agradecemos voces dentro de la jerarquía católica como las del arzobispo de Toledo, que muestran algo de cordura y sensatez reconociendo la verdad científica de que no existe vinculación entre pederastia y homosexualidad. Desde Colega Castilla-La Mancha nos mostramos dispuestos a discutir razonablemente y a llegar a acercamientos entre Iglesia y sociedad actual, y por ello le solicitaremos una reunión al arzobispo para que podamos tender puentes de diálogo sereno", finaliza Giner.