Los máximos responsables comarcales de CC.OO., CIG y UGT en A Coruña mostraron hoy "preocupación" por la entrada de la firma de capital riesgo CVC Capital Partners en el accionariado del operador gallego de telecomunicaciones R y trasladaron su temor de que su adquisición del 35 por ciento de las acciones sea la "antesala" de la "deslocalización" de esta empresa.

"Es una noticia mala para Galicia y pésima para A Coruña porque es una empresa puntera en su sector y que estaba dando beneficios", aseguró hoy el secretario comarcal de CC.OO. de A Coruña, José Manuel Lado, quien trasladó su "temor" de que se produzca una deslocalización y una pérdida de puestos de trabajo "pese a que ahora quieran amortiguar el impacto de la noticia diciendo lo contrario", añadió.

Asimismo, consideró la operación una "maniobra" de Caixanova "para ganar una posición privilegiada en las negociaciones con la fusión con Caixa Galicia" e instó a la Xunta de Galicia a que "impida" este tipo de operaciones de venta de activos "para reforzar la posición de una de las dos partes", indicó el dirigente de CC.OO., quien consideró que, con ello, "se rompen las reglas del juego".

En los mismos términos, se pronunció el secretario comarcal de UGT en A Coruña, José Carrillo, quien, en declaraciones a Europa Press, trasladó su "preocupación" por la posible adquisición de la mayoría del accionariado por parte de la firma de capital de riesgo.

Así, sostuvo que de la operación "se ha contado la parte positiva, pero no la parte de la letra pequeña" y sostuvo que en este tipo de operaciones las empresas "buscan un beneficio rápido". Por ello, mostró su preocupación por los puestos de trabajo y la pérdida de "galleguidad" de la empresa. Al respecto, citó lo ocurrido con otras empresas vendidas en Galicia, entre las que destacó el caso de Martinsa-Fadesa.

También el secretario comarcal de la CIG en A Coruña, Paulo Carril, manifestó su preocupación por el cambio en el accionariado de la empresa gallega "y porque pierda su carácter gallego", insistió. Así, no descartó que la operación formalizada ayer sea la "antesala" de un proceso "de deslocalización, de pérdida de puestos de trabajo y de desvinculación con Galicia", añadió.