La entrega a Unicef se llevó a cabo en la sede de los Servicios Centrales de Caja Rural de Toledo, mientras que el Palacio Arzobispal de la capital regional acogió la destinada al propio Arzobispado. Ambos donativos forman parte de los ingresos que, de forma solidaria, los clientes y empleados de Caja Rural de Toledo han venido depositando en una cuenta corriente en beneficio de los damnificados por este terrible seísmo, que ha causado la muerte y desolación de millares de haitianos, informó la entidad en nota de prensa.

La decisión de destinar esta ayuda a Unicef y el Arzobispado obedece al ejemplo que, para Caja Rural de Toledo, ambas organizaciones representan en su labor de entrega y dedicación a los más necesitados, así como en la construcción de un mundo más justo, solidario y compasivo.

Así lo corroboraron los representantes de Caja Rural de Toledo, quienes coincidieron en señalar que tanto Unicef como el Arzobispado proporcionan una ayuda encomiable en las labores de reconstrucción y ayuda a los más desfavorecidos, lo que constituye para la entidad financiera toda una garantía de que los donativos aportados llegarán a quienes más lo necesitan. Los dirigentes de la Caja destacaron que los operativos de emergencia habilitados para atender las necesidades básicas de las familias afectadas por el seísmo ayudarán a paliar las demandas de agua, alimentos, asistencia médica, cobijo y protección.AGRADECIMIENTOS

José Florencio Moreno agradeció el apoyo de Caja Rural de Toledo a esta emergencia y reiteró la sensibilidad mostrada por la Entidad hacia la infancia a través de su trayectoria de colaboración con Unicef. Recordó que esta organización lleva presente en Haití desde 1949, pero que ha aumentado recientemente su presencia a todos los niveles para cubrir las necesidades actuales del país.

Por su parte, el arzobispo de Toledo manifestó que "los haitianos necesitan manos amigas que les ayuden en estos momento difíciles", a la vez que dio las gracias por la encomiable actuación de tanta gente que, euro a euro y con su esfuerzo, ha demostrado su generosidad en esta causa".

El arzobispo coincidió con los dirigentes de Caja Rural en señalar que no hace falta salir de España para toparse con gente que está pasando verdaderas calamidades, por lo que elogió doblemente la solidaridad con los haitianos.