El joven reconoció los hechos el pasado lunes ante los miembros del jurado y afirmó que la discusión comenzó porque la víctima insultó a su madre y los amenazó, lo que, según dijo, hacía otras veces, además de que les pegaba. Apuntó que quiso irse del lugar, pero el hombre le agarró del cuello, tras lo que le golpeó, y no recuerda nada más.

La Fiscalía pidió inicialmente la pena de 13 años de cárcel al acusarlo de un delito de homicidio. La defensa admitió en su informe inicial la culpabilidad, pero aseguró que concurrieron atenuantes o eximentes de arrebato, legítima defensa y confesión y colaboración con la justicia.

Según el relato del ministerio fiscal, ambos estaban en la urbanización La Esperanza de Mijas realizando tareas de albañil, que la víctima enseñaba al joven, y empezaron una "acalorada" discusión. Según dijo el procesado, su relación con el fallecido no fue buena desde el principio.

Así, en el escrito provisional de la acusación, se precisaba que ese día, el acusado, con ánimo de acabar con la vida del otro, "lo golpeó dos veces con un martillo en el lateral derecho del cráneo", por lo que la víctima, de 29 años, cayó al suelo, donde le dio 11 martillazos más. Esto le provocó fracturas craneales y heridas múltiples que le causaron la muerte.