"El PP tiene que acertar y ganar la confianza de la mayoría para recuperar el rumbo histórico de España, perdido desde 2004"Asegura no tener "ninguna ambición más que estar en la lista de los que todavía creen y aman a su país"

El presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) y ex presidente del Gobierno, José María Aznar manifestó hoy, durante el discurso que pronunció en el almuerzo celebrado en Sevilla para conmemorar el X Congreso Nacional del PP que le llevó a la presidencia del partido hace 20 años, que el PP tiene que seguir siendo "implacable contra la corrupción" porque "nuestros militantes" nos lo exigen.

Aznar quiso agradecer a todos los asistentes su apoyo en la determinación política de demostrar a los españoles "que el PP era, y debe seguir siendo, incompatible con la corrupción". "Estoy seguro de que compartís conmigo la convicción de que la buena política es siempre una política ética; y que la mala política desprecia los límites éticos", indicó el ex presidente del Gobierno, que agregó que "por eso debemos estar siempre alerta, no restar nunca valor a la honradez y no tolerar nunca ni minimizar la corrupción".

"Los españoles no entenderían que el PP dejase de ser incompatible con la corrupción", según manifestó Aznar, para quien "los socialistas pretenden que deje de serlo. Quieren que seamos todos iguales. Y no podemos tolerarlo". En su opinión, el PP que surgió del congreso de Sevilla hace 20 años "fue implacable con la corrupción y creo que nuestros militantes nos exigen que así siga siendo".

"debilitamiento extremo del estado"

Dejando a un lado los casos de corrupción, el presidente de FAES expresó además su preocupación por la situación de España, "un país en el que se han puesto en cuestión los pilares de la transición en los que se sustenta su éxito histórico" y señaló el "debilitamiento extremo del Estado, la profunda crisis económica y social y el retraso internacional de España" como principales problemas. En su opinión, "el PP tiene no sólo la oportunidad, sino la obligación de acertar y ganar la confianza de la mayoría para recuperar el rumbo histórico de España, perdido desde 2004".

Estos fueron los principales mensajes de Aznar durante el almuerzo, en el que estuvo acompañado por Ana Botella, y que contó además con la asistencia de la mayor parte de la ejecutiva salida del Congreso de Sevilla como Mariano Rajoy, Manuel Fraga, Francisco Álvarez-Cascos, Juan José Lucas, Arturo Moreno, Juan Carlos Vera, Carlos Aragonés, Guillermo Gortázar, Alberto Ruiz-Gallardón, José Luis Álvarez, Gaspar Ariño, Soledad Becerril, María Teresa Estevan, Juan Manuel Fabra, Rodolfo Martín Villa, Abel Matutes, Jaime Mayor Oreja, Alejandro Muñoz-Alonso, José Manuel Otero Novas, Luis Ramallo, Ramiro Rivera, José Manuel Romay Beccaría, Isabel Tocino, Federico Trillo, Celia Villalobos, Tomás Burgos, Jesús Posada, José Miguel Ortí Bordás y Marcelino Oreja.

Aznar agradeció su trabajo a los miembros de la Ejecutiva del PP de 1990, que fueron capaces de "poner en marcha una nueva etapa en nuestro partido" y de ofrecer "un proyecto político centrado, modernizador y ganador". Dedicó una mención especial a Manuel Fraga, que "puso en marcha nuestro partido y lo mantuvo en los momentos más difíciles", y recordó "a los que ya no están", como Pío Cabanillas, Gabriel Cisneros y Loyola de Palacio.

Junto a ello, quiso destacar que, 20 años después del congreso de Sevilla, no le acompaña "ninguna ambición más que estar en la lista de los que todavía creen y aman a su país. Con la misma convicción que entonces, con la misma determinación que entonces y con voluntad mucho más decidida que la de aquellos que ponen en cuestión el país o que incluso quieren destruirlo", subrayó.

La constitución y la transición,

"en entredicho"

En su opinión, hay que poner en valor tanto la Constitución de 1978 como la transición, que ahora "están en entredicho", para recordar que "la democracia no vino, sino que la trajeron personas como Manuel Fraga, personas con ideas muy diversas, pero coincidentes en su deseo de normalizar a España como una nación democrática europea".

Tras rememorar que hace 20 años, "igual que ahora, el socialismo pretendía ser hegemónico y aplastar todo lo que pudiera convertirse en alternativa real de Gobierno en España", Aznar puso en valor la "voluntad firme de cambiar las cosas" que tuvo el PP que salió de aquel congreso de Sevilla "con voluntad de sacar a España del paro masivo y que creó cinco millones de empleos, metió a España en el euro, luchó eficazmente contra el terrorismo y devolvió a España a la primera división de Europa".

En su opinión, los "principios y pilares" de la propuesta que formuló el PP en 1990, que resumió en un decálogo que se inicia con el "rechazo a emplear agravios de unos contra otros"

"siguen siendo válidos y necesarios para la España de hoy". "Ofrecimos entonces menos Estado y mejor Gobierno, más sociedad y más libertad, más España y más Europa. Y esa oferta sigue siendo tan válida como necesaria hoy", recordó.

"Este decálogo que cerró nuestro congreso de hace 20 años fue el motor del cambio político que terminó con la hegemonía socialista y reportó los ocho años de mayor progreso a nuestra Nación en los 32 años de democracia", recordó Aznar, que se mostró convencido de que "este mismo decálogo, con las mejoras que el tiempo haya hecho necesarias, puede ayudar de nuevo a la necesaria alternancia que devuelva a los españoles la confianza en un mejor futuro".

"El PP tiene no sólo la oportunidad, sino la obligación de acertar y ganar la confianza de una mayoría de españoles para recuperar el rumbo histórico de España desde la transición, perdido desde 2004. Y para lograr ese objetivo, al que todos deseamos que nos conduzca nuestro presidente Mariano Rajoy, la contribución de todos es necesaria", concluyó Aznar.