Una tesis concluye que el deshojado precoz puede aumentar 0,5 grados y 1 grado en tempranillo, mazuelo y graciano

Pablo Orio, licenciado en Enología y director de I+D en Bodegas Riojanas, ha logrado el título de Doctor por la Universidad de La Rioja -con la calificación de sobresalient- tras la defensa de su tesis sobre el efecto del deshojado precoz en las variedades de tempranillo, mazuelo y graciano. La investigación, desarrollada durante cuatro años, arroja una reducción del 30 por ciento en el peso del racimo y un aumento de 0,5-1,0º en el grado, entre otros resultados.

La tesis doctoral 'Efectos del deshojado precoz, durante cuatro años, sobre las características de la producción en las variedades tempranillo, mazuelo y graciano (Vitis vinifera L.)' ha sido dirigida por Fernando Martínez de Toda, catedrático de Viticultura de la Universidad de La Rioja.

La investigación ha permitido concluir que el deshojado precoz es muy eficaz para reducir el peso del racimo, producir cambios positivos en su morfología y mejorar la calidad global de la uva, lo que lo convierte en una técnica interesante para muchas situaciones vitícolas.

Durante cuatro campañas, se practicó el deshojado precoz de forma manual en dos épocas -inicio de floración y cuajado- y con dos intensidades: eliminando seis hojas basales y diez hojas basales por pámpano. A partir de ahí el doctor Orio analizó los efectos sobre el peso y la morfología del racimo, la inducción floral, el índice de cuajado, la superficie foliar, la relación SFT/P y la composición química de la uva, en el tempranillo, mazuelo y graciano.

El deshojado precoz tuvo un efecto muy claro en la reducción del peso del racimo. En las variedades tempranillo y graciano esta reducción se debió fundamentalmente, a la disminución del número de bayas más que a la disminución del peso de la baya. Por contra, en el mazuelo la disminución del peso del racimo se debió, principalmente, a un menor peso de la baya.

El efecto del deshojado precoz fue más acusado, en general, cuando se realizó en el inicio de floración que cuando se realizó con el fruto ya cuajado. No se detectaron diferencias significativas entre las dos intensidades de deshojado.

La operación de deshojado precoz también redujo la compacidad de los racimos y, en general, la incidencia de Botrytis y no afectó a la inducción floral del viñedo. El índice de cuajado se redujo significativamente, en la variedad tempranillo; en las variedades mazuelo y graciano, no hubo diferencias significativas aunque siempre se produjo una tendencia general hacia la reducción del índice de cuajado con la operación de deshojado precoz. Tampoco se detectaron diferencias significativas, como consecuencia del deshojado precoz, en la superficie foliar total ni en la relación SFT/P en el momento de vendimia.

El deshojado precoz aumentó, de forma significativa, el grado de alcohol probable de la uva, con valores, en todos los casos, ligeramente superiores para el deshojado en cuajado que para el deshojado en floración. En general, no aparecieron diferencias significativas para la acidez total, pH, contenido en ácido málico y composición polifenólica de la uva, salvo en alguna experiencia concreta, pero hubo una tendencia general al aumento, tanto en el contenido en antocianos como en el de polifenoles totales, en los tratamientos de deshojado precoz.

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