Montero, quien hoy visitó el nuevo equipo mamógrafo instalado en Sevilla Este "y cuya inversión, al ser alta tecnología, ha rondado los 260.000 euros", subrayó que el mapa sanitario de la ciudad a efectos de este dispositivo de detección del cáncer de mama está ya completado con esta cuarta unidad del tipo "tras los que actualmente existen en el Hospital Duque del Infantado, la Ronda Histórica y el centro de especialidades de Virgen de los Reyes".

De hecho, resaltó que la incorporación de esta tecnología en el centro de salud de Sevilla Este beneficiará a más de 22.000 mujeres con edades comprendida entre los 50 y los 70 años, pertenecientes a los barrios del mismo Sevilla Este, Alcosa, Valdezorras, Polígono San Pablo y Amate.

Antes, admitió, esta población diana tenían que desplazarse hasta el centro de salud de Ronda Histórica para realizarse la prueba mamográfica, situado a unos siete kilómetros de distancia de su barrio. "Con este cuarto dispositivo en la ciudad entendemos que la dotación que se ponen en la ciudad está garantizada", insistió Montero, quien agregó que "de lo que se trata ahora es de procurar que seamos capaces de que ese 20 por ciento de mujeres de Sevilla que no acuden aún a la cita con su especialista lo hagan tras seguir insistiendo en nuestros llamamientos y campañas" de concienciación.

En este sentido, recordó que el cáncer de mama "sigue siendo el tumor más frecuente entre la población femenina", si bien enfatizó que, "si se coge a tiempo, más del 90 por ciento de las mujeres sobreviven, por lo que merece la pena venir a realizarse esta prueba, que es indolora, ocupa poco tiempo y no es incómoda para la mujer", concluyó.

En dos semanas entre en funcionamiento

El nuevo servicio de Sevilla Este, que entrará en funcionamiento en 15 días, dispone de una gran sala de espera, dos cabinas adaptadas para ser utilizadas por personas con discapacidad, una sala anexa a las mismas provista del mamógrafo digital y un despacho para la atención a pacientes con tres pantallas de visualización interconectadas con la sala del mamógrafo.

El adquisición de la imagen en formato digital permite que sea manipulada, optimizada y evita parte del procesado habitual de las mamografías (el revelado de las placas), lo que permite acortar el tiempo de espera en la obtención de los resultados y, por ende, agiliza la citación de pacientes para la realización de esta exploración radiológica.

Asimismo, supone un importante aumento en la calidad de las imágenes, lo que ayuda a la detección precoz de las lesiones mamarias y posibilita que se almacenen en archivos digitales los estudios de cada paciente, lo que facilita un acceso inmediato a la información por parte de los profesionales y que estas sean compartidas entre centros sanitarios.