Un jurado popular juzga desde hoy lunes a este joven ucraniano, de 19 años de edad cuando sucedieron los hechos, para el que la Fiscalía pide inicialmente 13 años de cárcel al acusarlo de un delito de homicidio. La defensa admite la culpabilidad, pero asegura que concurrieron atenuantes o eximentes de arrebato, legítima defensa y confesión y colaboración con la justicia.

A preguntas de la fiscal, el acusado asumió los hechos, pero no quiso explicar los motivos de la discusión ni por qué declaró que la relación entre la víctima y su madre era "mala". Por contra, sí respondió a su defensa que el hombre le pegaba a ella y a él, al que obligaba a ponerse como diana mientras disparaba con una pistola de aire comprimido. "Sí, era una persona agresiva", concluyó.

Manifestó que su madre nunca presentó denuncia contra el hombre porque estaba convencida de que no iba a cambiar nada con eso y explicó que ambos se fueron un tiempo de la casa que compartían con la víctima, aunque volvieron a convivir los tres poco antes de los hechos, porque el compañero sentimental de su madre le pidió perdón y le dijo que "no iba a volver a pasar".

Sí aseguró en todo el interrogatorio, que se produjo con traducción, que no recordaba nada de lo sucedido tras la agresión, porque estaba en "estado de shock". Explicó tan sólo que se dio cuenta de que el hombre no se movía y de que había mucha sangre, pero no de cómo llegó a su casa en Málaga ni de si limpió el martillo o dónde lo dejó.

Los hechos sucedieron en mayo de 2007 cuando el acusado y la víctima, según relato provisional del fiscal, estaban en la urbanización La Esperanza de Mijas (Málaga) realizando tareas de albañil, que el hombre enseñaba al joven, y empezaron una "acalorada" discusión. Según dijo el procesado, su relación con el fallecido no fue buena desde el principio.

Así, según explica el ministerio público en su escrito inicial, al que tuvo acceso Europa Press, ese día, el acusado, con ánimo de acabar con la vida del otro, "lo golpeó dos veces con un martillo en el lateral derecho del cráneo", por lo que la víctima, de 29 años, cayó al suelo, donde le dio 11 martillazos más. Esto le provocó fracturas craneales y heridas múltiples que le causaron la muerte.