En declaraciones a Europa Press, Román hizo un balance "positivo" de la Semana Santa, que en esta ocasión ha suspendido tan sólo uno de los desfiles —la del Rosario del Dolor el Lunes Santo— debido a la lluvia —el pasado año se suspendió la procesión general y se cambió de ubicación el Sermón de las Siete Palabras, entre otras celebraciones—, lo que ha permitido que las celebraciones se realicen con la "solemnidad" con que se hace en Valladolid.

El presidente de la Junta de Cofradías agradeció a los responsables de Meteorología el hecho de haber facilitado información "casi al minuto", lo que ha permitido a la organización y a las cofradías tener "tranquilidad" durante la Semana Santa, días en los que se computó una "notable" afluencia de público.

"Hacía mucho que la procesión de Viernes Santo no contaba con tanta gente como este año", consideró Román, quien se refirió al "muchísimo público" que en el último tramo del trayecto del desfile permanecía aún en las calles y al porcentaje, cercano al 70 por ciento, de localidades vendidas en la Plaza Mayor.

Cerca de 4.000 cofrades salieron a la calle en la procesión general de Viernes Santo, de la que este año se celebraba su 200 cumpleaños —la efeméride se ha conmemorado con la edición de un libro de Javier Burrieza aunque se prevén otros actos "más especiales"— y que fue muy bien acogida por los embajadores que, todos los años, invita el Ayuntamiento para que conozcan la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional.

No obstante y según Román, una de las presencias "más importantes" en los últimos días ha sido la del cardenal y arzobispo emérito de Sevilla, el riosecano Carlos Amigo, quien pronunció este año el Sermón de las Siete Palabras y que hoy, de manera previa a su partida, reconoció marcharse "encantado" tanto de las procesiones como de los demás actos.

"La asignatura pendiente es saber venderse", reconoció Román en referencia a la labor de difusión que se hace desde otras comunidades autónomas sobre el trabajo que, a lo largo de todo el año, desarrollan las cofradías en el plano social, cultural y caritativo.