El centro invernal del Valle de Benasque acoge por segunda vez este torneo, en el que participarán corredores procedentes de las federaciones de Aragón, Cataluña, País Vasco, Madrid, Andalucía y Valencia, ha informado el Grupo Aramón en un comunicado, al que pertenece la estación de Cerler.

La primera prueba del campeonato se disputará mañana en la modalidad de Slalom Especial. Al día siguiente tendrá lugar un Slalom Gigante y el miércoles se celebrará la última competición con un Súper Gigante. Después, se entregarán los premios a los ganadores.

Las pruebas se desarrollarán en la pista Codornices, en las categorías femenina y masculina de esquí en silla, esquí de pie y discapacidad visual. En ellas, tanto las clasificaciones como los sistemas de compensación de tiempos se regirán por el reglamento del Comité Paralímpico Internacional (IPC) de Esquí Alpino y se complementarán con las de la Federación Internacional de Esquí (FIS).

Para disputar este campeonato, los corredores con deficiencia visual llevarán un guía delante, equipado con una mochila provista de un intercomunicador inalámbrico para que el deportista siga la voz e instrucciones impartidas por su guía.

Los participantes discapacitados físicos con alguna amputación en sus extremidades inferiores realizarán la prueba con un único esquí y unas muletas especiales provistas de un pequeño patín, llamado estabilo, que les servirá tanto de punto de apoyo como para deslizarse.

También habrá corredores que utilizarán un Mono-Ski o Dual-Ski, un asiento moldeado sujeto a un soporte que va unido a uno o dos esquíes. Se puede esquiar de forma independiente ayudado de dos estabilos para el equilibrio y los giros.

La competición, organizada por la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, la Federación Española de Deportes para Paralíticos Cerebrales y la Federación Española de Deportes para Ciegos, nace con el afán de superación y la afición por el deporte blanco de los participantes, ha indicado Aramón.