Museo Salzillo prepara una muestra de Roque López, discípulo del imaginero murciano, por el II centenario de su muerte

Directora del centro vaticina que 2010 será un año de "tranquilidad" para las piezas tras la "vorágine" de 'Salzillo, Testigo de un siglo'
Directora del Museo Salzillo
Directora del Museo Salzillo
EP
Directora del Museo Salzillo

El Museo Salzillo, creado en 1941 y ubicado en la Plaza de San Agustín —remozada por el arquitecto Yago Bonet— está estudiando la posibilidad de realizar una exposición de Roque López, uno de los discípulos más importantes del imaginero murciano, con motivo de su II Centenario de su muerte el próximo año.

Así lo avanzó la directora del centro, María Teresa Marín, en una entrevista concedida a Europa Press. De esta forma, aunque el Museo no contempla para este 2010 una proyección internacional, tal y como se propuso en 2007, cuando se habló de trasladar alguna pieza a Méjico o incluso llevar la muestra de 'Salzillo, Testigo de un Siglo' a Valladolid, sí que apuestan por darle valor a la Sala de Exposiciones Temporales que, inaugurada el pasado año, ha conseguido cosechar una "buena" trayectoria".

Autor de la Guardia Herodiana para el Belén de Salzillo en 1798, y encargado de modelar la Degollación de los Inocentes en 1800, a partir de la muerte del escultor Juan Bautista, Roque López fue su más afamado discípulo, por lo que desde la dirección del Museo se estudia realizar esta exposición en torno a su figura.

No obstante, se vislumbra que este 2010 sea un año de "tranquilidad" para el Museo tras la "vorágine" que supuso la exposición 'Salzillo, Testigo de un Siglo', con motivo del III Centenario de su nacimiento en 2007. "La imagen del Museo cambió radicalmente hasta el punto de que prácticamente, todo el centro se tuvo que vaciar para dar cabida a aquella exposición temporal que fue todo un éxito", argumentó.

Y es que, a juicio de Marín, "ahora mismo las obras necesitan una estabilidad, por lo que es mejor que permanezcan en el centro un tiempo", no estando prevista, por tanto, ninguna salida al exterior.

Éste es el reto que se propone la directora del Centro, junto al de "darle vida" a la Sala de Exposiciones Temporales, que abrió al público el pasado año con una exposición del artista Muñoz Barberán, el pintor Pedro Cano, el escultor Antonio Campillo con obra religiosa y cuando se clausure, albergará aquella dedicada a Ramón Gaya, 'El silencio del arte'.

El propósito de esta Sala de Exposiciones Temporales no es otro, según explicó Marín, que "hacer exposiciones de carácter nacional, contemporizando Salzillo con su época con otros escultores", e incluso con proyección internacional en colaboración con Nápoles, ahondando en las raíces italianas del insigne escultor murciano.

Se trataría, pues, de muestras enfocadas en la época del imaginero murciano, centrándose en los siglos dorados de la escultura en madera policromada —XVII y XVIII—, al considerarse ésta "una de las máximas creaciones o aportaciones del arte español al arte universal de su tiempo".

Lamentó, en este sentido, que ante la bajada del presupuesto al Patronato, máximo órgano de representación del Museo presidido por el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, no pueda llevarse a cabo, aunque dijo esperar que "se sortee la crisis y tener más presupuesto para hacer estas muestras de carácter nacional".

Los efectos de la crisis también se han dejado notar en el centro, puesto que la subvención nominativa que otorgaba la Consejería de Cultura ha descendido con respecto a 2009, pasando de unos 380.000 euros a los 300.000 aproximadamente, por lo que "nos tendremos que apretar el cinturón".

Como consecuencia, el precio de las entradas ha aumentando dos euros, hasta alcanzar los cinco; en todo caso "un pecio bastante aceptable, ya que suele ser el común que se paga para entrar a los museos".

Para este año también está pendiente la restauración del paso de 'La última cena', ya que la última vez que se trabajó en la pieza fue en 1981, mientras que en 1992 se hizo un tratamiento de conservación preventiva cuando viajó a la exposición universal de Sevilla.

"Es el paso que tenemos pendiente", subrayó Marín, para añadir después que "por lo general, las piezas están en buen estado desde la última restauración que se hizo en la década de los 90".2009:

Año clave

María Teresa Marín también destacó lo que ha supuesto 2009, un año "clave y positivo" al inaugurarse en julio la nueva remodelación museográfica, además de que hay que tener en cuenta que desde finales de 2007, se estuvo en reformas, por lo que no fue hasta fecha cuando el centro lució en todo su esplendor.

Las reformas, explicó, consistieron en la realización de una nueva Sala de Exposiciones Temporales de la que el Museo carecía; la remodelación de los almacenes, tanto para productos de la tienda como para las obras de arte; un nuevo montacargas para mejorar la circulación de obras dentro del Museo, y destinado también a personas discapacitadas; al tiempo que se amplió el discurso expositivo con nuevas secciones, como la historia del Museo, de la Cofradía de Jesús, o incluso la recreación de un taller de escultura; lo que ha contribuido a enriquecer al Museo desde el punto de vista científico y expositivo.

En cuanto al número de visitantes, más de 40.000 personas se acercaron al centro museístico, a las que hay que sumar las 2.500 que han dejado las exposiciones temporales de Muñoz Barberán y Pedro Cano.

Pese a todo, no se ha conseguido superar las cifras de 2008, aunque la directora del Museo confió en que 2010 "se suba un poco" con motivo de la celebración del Año Santo Jubilar de Caravaca de la Cruz, puesto que "están viniendo bastantes visitantes que van a ese municipio pero también visitan la ciudad de Murcia y el Museo".

En el primer trimestre de 2010, el número de visitantes que ha recibido el Museo Salzillo supera los 12.000, incluidos los de la exposición temporal y la permanente.SALZILLO:

Seña de identidad

Preguntada por la imagen que el Museo tiene, María Teresa Marín destacó el "orgullo" de los murcianos de contar con las obras de Salzillo, ya que "son conscientes de que es una de las señas de identidad".

"Pero al estar en la ciudad y que los pasos salen en la procesión del Viernes Santo, quizás se visite menos por los ciudadanos de Murcia", reconoció.

También enfatizó que tras la muestra de 'Salzillo, Testigo de un Siglo', "se han incrementando más las visitas internacionales"; razón por la que abogó por "seguir trabajando, porque queda mucho por hacer".

En todo caso, animó a la ciudadanía a visitar el Museo, más en este momento en el que el Belén se expone "recuperando ese sentido narrativo que tenía antiguamente", y los bocetos de forma individualizada, explicando su génesis e historia al ilustrar las fases del proceso escultórico.

Y es que, junto con el Belén de más de 500 piezas y los bocetos de taller, el tercer pilar fundamental sobre los que se articula este Museo son los pasos, que representan la Pasión de Cristo y la clausura a la escultura en madera policromada del Barroco español.

Todo ello, destacó, "está teniendo un impacto positivo" que consigue que "casi todo el mundo que visita el Museo se va satisfecho".

Es por ello por lo que, de momento, Marín, diputada del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea Regional, no se plantea abandonar la dirección del Museo de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales.

En este sentido, afirmó estar a disposición de Valcárcel y el partido, y "donde piensen que puedo hacer bien, allí estaré", aunque dejó claro que tras casi siete años de dirección, se siente satisfecha, ya que "en este periodo de tiempo se ha mejorado en cuanto al discurso expositivo, nuevos servicios y almacenes adecuados". "Pero hay que seguir trabajando por la proyección de este museo, uno de los mejores que tiene la Región", concluyó.

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