El secretario de organización del PSPV-PSOE de la provincia de Castellón, Francisco Valverde, calificó hoy de "chiste" que el Consell adhiera al Ayuntamiento de Vall d'Alba a los principios contenidos en la Carta de Buenas Prácticas "cuando su alcalde, Francisco Martínez, prohíbe la entrada de cámaras a los plenos municipales".

Valverde mostró su confianza en un comunicado en que Francisco Martínez permita mañana la entrada de los periodistas con cámaras al pleno ordinario previsto a partir de las 8.30 horas "para que los vecinos tengan derecho a recibir la información, porque no es propio del siglo XXI que lo prohíba, como ha venido haciendo hasta ahora".

En su opinión, "sería totalmente contradictorio que no dejase entrar a las cámaras, cuando sí lo ha permitido en el pleno de la Diputación de ayer, que precisamente presidía él por ausencia de Carlos Fabra".

El secretario de organización realizó estas declaraciones en un día en el que Camps ha aprobado incluir a Vall d'Alba en el catálogo de municipio de buenas prácticas, "cuando debe ser el único municipio en España en el que se prohíbe a los periodistas grabar los plenos y obtener imágenes de los concejales, cuando se trata de un acto público en el que se adoptan las medidas que afectan a todos los vecinos".

Para el secretario de organización "si es grave que Martínez practique la censura, lo es más que Camps lo aplauda y lo ponga como ejemplo, aunque es normal si tenemos en cuenta que debe ser el único presidente que se niega sistemáticamente a contestar a las preguntas de los periodistas".

Para Valverde, Martínez, "ahora, que es presidente en funciones de la Diputación, debería ser consciente de que no puede seguir aplicando la censura en Vall d'Alba".

El socialista recordó que en el último pleno celebrado en la localidad, hace ahora tres meses, el grupo socialista tuvo que levantar un acta notarial ante la negativa de Martínez a autorizar la grabación de la sesiones, "pese a ser un acto totalmente público y de importante trascendencia para los vecinos de la población".

Además, —dijo— "se da la circunstancia de que este verano, aprovechando que Martínez estaba de presidente en funciones durante las vacaciones de Fabra, firmó un decreto en el que pretendía que los servicios jurídicos de la Diputación defendieran al Ayuntamiento de Vall d'Alba en el contencioso que mantiene con el grupo municipal socialista, quien precisamente le denunció por prohibir a la prensa grabar las sesiones de los plenos, y el propio Fabra, cuando se incorporó, tuvo que dejar sin efecto el decreto".