El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró hoy que son las dos cajas gallegas —Caixa Galicia y Caixanova— las que, si cierran finalmente un acuerdo de fusión, asumirán la tarea de fijar los criterios de gobernanza de la nueva entidad, sobre los que su Gobierno se pronunciará una vez le sean comunicados.

Lo certificó en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, donde aseguró que así lo pidieron las dos cajas y llamó "al rigor, prudencia y responsabilidad" en las manifestaciones públicas para "no entorpecer" el proceso formal de contactos en busca de "un proyecto común" que iniciarán Caixa Galicia y Caixanova si logran el visto bueno de sus respectivos consejos de administración.

"Dejemos trabajar a las cajas, veamos qué plantean y después lo evaluaremos", sentenció Feijóo, quien, preguntado sobre si mantiene su defensa de una fusión "paritaria e igualitaria", replicó que la postura de la Xunta es "conocida" y pasa por impulsar una fusión que permita a Galicia tener "una gran caja".

"Con ese criterio trabajamos desde el principio y no ha cambiado", incidió, quien evitó pronunciar las palabras "paritaria" o "igualitaria" en su intervención e insistió en que "los criterios de la Xunta y de los partidos", que ayer demandaron una unión equilibrada, "son conocidos". "Ahora hay que dejar trabajar a las cajas, que será evaluada por la Xunta y las fuerzas políticas", reiteró y concluyó que "si todas y la Xunta tienen un criterio semejante, será bien sencillo".

En este escenario, preguntado por una posible reforma de la Ley de Cajas gallega para adaptarla a los criterios de gobernanza que propongan Caixa Galicia y Caixanova, de ser preciso, el presidente subrayó que lo que está a debate es "una fusión" y no una modificación de esta norma y, tras recordar que las leyes se aprueban con "consensos", prometió mantener "el máximo consenso posible". Eso sí, aseguró que si las cajas acuerdan la fusión, su Gobierno hará "todo lo necesario para que ésta se consolide y fructifique".

Con todo, Núñez Feijóo pidió evitar "peleas y rumores" que puedan interferir en las negociaciones de las cajas y reiteró que Galicia sólo tiene "dos opciones: que sus cajas se fusionen entre sí o con otras entidades de fuera". "Si todos trabajamos porque se fusionen entre sí lo vamos a lograr, si alguien no quiere hacerlo, será su responsabilidad", advirtió.

"recelos" y condiciones

Con el mes de junio, cuando caduca la autorización de Bruselas para que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) pueda operar, como horizonte temporal, Feijóo eludió poner cifras a lo que "costaría" una fusión y concretar las condiciones bajo las que el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, aceptaron firmar el lunes el documento en el que acceden a iniciar los contactos formales por una fusión.

"A eso sólo pueden responder las personas que firmaron", señaló el presidente gallego, quien admitió que había "recelos iniciales". "Es evidente", dijo, pero añadió que dichos recelos fueron "disminuyendo" a medida que se pudo demostrar que la viabilidad de la fusión era "posible" desde un punto de vista técnico.

A partir de ahí, se limitó al documento público e insistió en que "los compromisos" están en dicho escrito, que abre "un período de gran esperanza". De hecho, Feijóo resaltó que Galicia se encuentra "ante la oportunidad histórica" de articular una de las cajas "más importantes" de España y llamó a "no desaprovecharla". Por su parte, se declaró "aliado incuestionable" de la fusión y prometió "no torpedear" la negociación con comentario alguno.

Por otra parte, sobre el coste de la operación, indicó que el Banco de España dio su "visto bueno" a este documento y precisó que lo que corresponde ahora es fijar qué cuantías "se necesitan" desde un punto de vista técnico.

Política "con mayúsculas"

La "prudencia" regresó al discurso de Alberto Núñez Feijóo cuando se le preguntó por las declaraciones realizadas ayer por los regidores de Vigo, Abel Caballero, y A Coruña, Javier Losada, ambos del PSdeG, aunque admitió que "políticamente" sería "tentador" comparar lo que dicen ambos dirigentes en relación a las cajas.

"Pero si entrara en ese juego no sería prudente, riguroso ni responsable", proclamó el presidente convencido de que Galicia "es mucho más inteligente" de lo que creen "los políticos", por lo que abogó por dejar que sea la sociedad la que interprete "la postura de cada uno".

En todo caso, subrayó que las declaraciones de Caballero, quien le retó a desmentir que "cedió en todo" ante Caixanova, "se califican por sí solas" y subrayó que Galicia "no merece ese trato". "Hay quien quiere destruir y quien quiere construir", lamentó Feijóo y se incluyó a sí mismo en el segundo grupo.

Bajo tal premisa, rechazó pronunciarse sobre los comentarios que apuntaban a una intervención de Caixa Galicia por parte del Banco de España a raíz de una "orden" del ministro de Fomento, José Blanco. "Supongo y espero que en ningún caso sea cierto porque Caixa Galicia es una entidad solvente", resolvió y pidió que no se "juegue" con este tipo de cuestiones.

"Galicia no se merece una política con minúsculas, sino con mayúsculas y estar a la altura del rigor, de la prudencia y de la responsabilidad que pide la mayoría de los gallegos", proclamó.