Estas actuaciones formativas tienen como principal objetivo incrementar la sensibilidad de los profesionales ante este tipo de situaciones, así como mejorar la detección precoz de los casos de violencia doméstica, según informó hoy en una nota la Oficina del Portavoz del Gobierno andaluz.

Asimismo, pretenden unificar las pautas de actuación contra esta lacra y dotar a los expertos sanitarios de los materiales de referencia y de una información actualizada sobre la red de recursos existentes.

De los 112 cursos, impartidos a través de la Red Andaluza de Formación contra el Maltrato a las Mujeres (Red Formma), 107 forman parte del plan de formación continuada de la Dirección General de Personal y Desarrollo Profesional del Servicio Andaluz de Salud. Los cinco restantes han sido organizados por la Escuela Andaluza de Salud Pública. Para el presente año está prevista la celebración de 36 seminarios en los que participarán alrededor de 900 profesionales de la sanidad pública andaluza.

La Red Formma incluye actividades de sensibilización dirigidas a todo el personal del sistema sanitario público que se desarrollan en los propios centros de trabajo en horario de formación continuada. Asimismo organiza cursos de formación básica en el tratamiento del maltrato dirigido a colectivos profesionales preferentes y un programa de formador de formadores, orientado a personal con conocimientos previos en la materia y con experiencia docente, con el fin de que puedan seguir colaborando en la realización de talleres.

Los profesionales sanitarios disponen, además, de un total de 69 títulos relacionados con la violencia doméstica o de género que pueden consultar en la biblioteca de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Protocolo contra la violencia de género

La Consejería de Salud cuenta además con el Protocolo Andaluz para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género. Esta guía establece pautas de actuación para la detección precoz y atención integral a las mujeres que viven una situación de violencia doméstica, así como cuáles son los indicadores de sospecha.

También recalca la importancia de realizar una valoración biopsicosocial para establecer un plan de atención a la mujer, según la situación en la que se encuentre.

El protocolo también incluye la forma de actuación de los servicios de urgencias ante las agresiones sexuales, que implica la cumplimentación del parte judicial, y una guía de recursos disponibles, con información sobre los servicios puestos a la disposición de las mujeres en distintos ámbitos como seguridad, justicia y atención social.

Respecto a los partes judiciales, la Consejería ha unificado la documentación de forma que en ellos puedan reflejarse tanto los casos de violencia física como psicológica, así como el estado en el que llega la mujer agredida, lo que permite facilitar la actuación judicial y ofrecer una mejor información a los servicios jurídicos. Está previsto, además, que formen parte de la historia clínica digital única.