Según la calificación del ministerio público, a la que tuvo acceso Europa Press, sobre las 08,15 horas del 11 de diciembre de 2007, la mujer, de unos 50 años, estaba trabajando en las dependencias de esta empresa, en Rivero de Posadas, una pedanía de localidad cordobesa de Posadas.

El día de los hechos, la mujer no vestía con la bata habitual prevista en el plan de riesgos y llevaba una bufanda, por lo que, en un momento determinado, uno de los flecos de la bufanda se introdujo entre las cintas de la máquina, atrapándola en torno al cilindro inferior sobre el que se deslizan las cintas, lo que provocó su estrangulamiento.

El fiscal añade en su escrito que "la trabajadora realizaba su función en esas condiciones con la tolerancia del acusado y sin que hicieran nada para evitarlo, sin adoptar las medidas necesarias para que su labor la realizara con la vestimenta adecuada". Igualmente, carecía de la formación necesaria para realización de su trabajo y la información para adoptar las medidas necesarias para prevenir riesgos en su actividad laboral o disminuir sus efectos en caso de que ocurran determinadas circunstancias.

En ese momento, el secretario de Salud Laboral de UGT-Córdoba, Manuel Torralba, manifestó que el accidente laboral se debió a "las condiciones de precariedad en las que se encuentran los trabajadores de esta empresa".

Así, añadió tras conocerse el suceso que "como consecuencia del frío que se padecía en el interior de la nave industrial que alberga la lavandería, los trabajadores, que tenían contratos temporales por pocos meses o incluso por horas, o también con contratos por obra, realizaban su trabajo provistos de ropa de abrigo".